El incendio forestal en el Parque Nacional Los Alerces y las cercanías de Esquel, provincia de Chubut, continúa su desolador avance. Tras 12 días de intensos trabajos, las llamas devoran ya unas 6.000 hectáreas de valioso bosque nativo.
El viento, aliado del fuego, ha acelerado su propagación, obligando a evacuar preventivamente a residentes de la zona alta del río Percy. La ciudad de Esquel, aunque aún distante, enfrenta la amenaza creciente de las llamas.
Mario Cárdenas, jefe del departamento de Incendios Comunicaciones y Emergencias del Parque Nacional, señaló la dificultad de controlar el incendio, exacerbada por condiciones climáticas adversas que impulsan el avance del fuego.
Para enfrentar esta emergencia, se han sumado esfuerzos, incluyendo el despliegue de 50 brigadistas provenientes de Córdoba, así como medios aéreos para combatir las llamas desde el aire.
El intendente de Esquel, Matías Taccetta, junto al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y el Centro de Operaciones de Emergencias Municipales, coordina acciones para contener la crisis.
A pesar de la ayuda y los esfuerzos conjuntos, el incendio persiste. El Servicio Meteorológico Nacional pronostica descenso de temperatura, pero advierte sobre ráfagas de viento.
La evacuación de pobladores se ha ejecutado con eficacia, con protocolos activados ante la aparición de nuevos focos secundarios. Las autoridades municipales han decretado la emergencia ígnea, agilizando compras y contrataciones necesarias para combatir el fuego.
La situación, marcada por la incertidumbre y el desafío constante, demanda cooperación y solidaridad en la lucha contra el fuego que amenaza uno de los tesoros naturales más preciados de la región.