La provincia de Punjab, la más densamente poblada en Pakistán, ha tomado medidas drásticas ante la alarmante contaminación del aire, decretando el cierre de escuelas y negocios durante un día. Este movimiento surge debido a la alta concentración de partículas PM 2.5, que alcanzaron niveles significativamente peligrosos, superando en más de 46 veces los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lahore, destacada por su disputa con Nueva Delhi como una de las ciudades más contaminadas del mundo, ha sido especialmente afectada, con niveles de contaminación que han desencadenado esta drástica medida gubernamental. El cierre de instituciones educativas, oficinas gubernamentales, parques y restaurantes es parte de la respuesta ante la situación crítica del aire en la región.
El Gobierno provincial de Punjab declaró un «día festivo» en Lahore y otros distritos de la región, tomando acciones tras el estado de emergencia sanitaria y medioambiental decretado recientemente en varias divisiones. Se señala a la quema de rastrojos agrícolas en el estado vecino indio de Punjab como uno de los principales factores de esta contaminación extrema.
Este episodio refleja la realidad compartida por la región del sur de Asia, donde la contaminación atmosférica causa un grave impacto en la calidad de vida y la salud de los habitantes. Expertos han alertado que estas condiciones reducen la esperanza de vida en la región en un promedio de cinco años, convirtiendo esta situación en un problema de alcance y gravedad significativos.
