Una historia apasionante: Willi Brandt, un joven de 18 años que arreglaba los techos de una catedral, decidió dejar escrito un mensaje en una botella de cristal que decía: «Dejamos atrás duros tiempos de guerra (…) Esperamos que vengan tiempos mejores«.
Luego, escondió la botella bajo el tejado de la catedral y ahora, 88 años después, su nieto lo encontró en Goslar, Alemania. El mensaje se hizo público cuando Peter, el nieto, también quería arreglar el mismo techo de la misma catedral. «Fue un hallazgo emocionante», expresó Peter Brandt, de 52 años.
Además, en su carta el hombre daba detalles de las duras condiciones laborales de aquella época en Alemania: «Hemos trabajado una semana entera por una libra de mantequilla y una pieza de pan», se lamentaba.
Pero el deseo de esperanza de Willi se desvaneció pronto: fue soldado del ejército alemán en la II Guerra Mundial y cayó preso de los rusos. Terminó volviendo a Goslar para retomar su trabajo de techista, pero nunca le habló a su nieto de su experiencia en la guerra.
El mensaje tiene la fecha del 26 de marzo de 1930 y ya forma parte de los archivos de esa ciudad de 43 mil habitantes. La botella fue puesta de nuevo en su lugar, pero ahora dentro contiene una copia que finaliza como la original:
«Que nuestros descendientes encuentren esta carta en tiempos mejores».
Encuentran el mensaje más antiguo de la historia arrojado al mar en una botella
En Australia, una familiá encontró tirada en la arena de una playa al sudoeste de Australia un mensaje dentro de una botella de ginebra que fue arrojada el 12 de junio de 1886 desde el barco alemán Paula.
La nota embotellada es la más antigua que se conoce en el mundo, por delante de otra que data de hace 108 años, según la cadena australiana. Continuar leyendo…