Se trata de un proyecto bautizado como ‘Capsula Mundi‘, ideado y llevado a la práctica por los diseñadores italianos Anna Citelli y Raoul Bretzel.
La razón de ser del mismo tiene como objetivo proponer un pequeño paso hacia el futuro en lo que sea la asimilación de la muerte como algo menos trágico sino que sea tomado como algo más leve y sostenible.
Además, promete ser una nueva reflexión emotiva y ecológica sobre el desenlace de la vida humana.
¿De qué se trata? Tal como su nombre lo indica, Capsula Mundi comprende el desarrollo de una cápsula de entierro orgánico, biodegradable, que convierte el cuerpo del fallecido en nutrientes para un árbol que crecerá gracias a sus restos. Es algo que, de ser llevado a la práctica, resulta demasiado movilizante ya que estaríamos hablando de que, a futuro, los típicos cementerios tradicionales y conservadores como los conocemos, darían lugar a la existencia de parques llenos de vida verde.
La persona, una vez que hubiera fallecido, es encapsulado en posición fetal dentro de las vainas. Acto seguido, sería enterrado y por encima de él, se plantaría un árbol o semillas de árboles.
En efecto, la propuesta implica pensar que las personas enterradas dentro de las vainas se convertirían en nutrientes para sus árboles elegidos. Por lo que, las personas podrán escoger qué ejemplar de árbol les gustaría que crezca a partir de su entierro.
Toda esta iniciativa planteada por Anna Citelli y Raoul Bretzel no es más que una fantasía por crear cementerios llenos de árboles en lugar de seguir realizando lápidas, algo que consume mucha madera para la creación de ataúdes. Y por lo pronto, no pasará a mayores ya que es sólo un proyecto desarrollado en tanto concepto e idea teniendo en cuenta que la legislación en Italia prohibe este tipo de entierros ecológicos.
Un hombre en Nigeria le construyó a su esposa una casa con forma de avión porque ‘le encanta viajar’
Ubicada en la capital nigeriana de Abuja, esta casa de aspecto bastante inusual es una creación del hombre llamado Said Jammal, quien construyó la casa para sus seis hijos y su esposa Liza, a quien “le encanta viajar”.
Según la BBC, la construcción de la casa de tres pisos comenzó en 1999. Jammal, que trabaja en la industria de la construcción, le dijo a la tienda que quería crear una estructura de concreto hecha para parecer un avión, completa con el diseño verde y blanco de la bandera nigeriana en un lado de la cola, y un cedro libanés en el otro.
La casa fue construida por Said Jammal para su mujer, Liza, para conmemorar si amor por el viaje. Continuar leyendo…
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