A partir del 1 de abril, el país liberalizó sus normas sobre posesión de cannabis, pero a algunos les preocupa que no dure demasiado.
No hay muchos países en los que puedas caminar con el bolsillo lleno de marihuana, pero la lista crece constantemente. Uruguay lo legalizó en 2013 y Canadá lo hizo en 2018. Algunos estados de EE. UU. lo permiten, mientras que otros no, y luego, por supuesto, están los Países Bajos (Ámsterdam, en particular, famosa por sus cafeterías llenas de humo), donde es legal desde 1976.
Para añadir a esa lista, Alemania acaba de liberalizar sus normas sobre la posesión de marihuana. Así es: después de años de campaña, la actual coalición de socialdemócratas, verdes y demócratas libres aprobó una ley que entró en vigor ayer, 1 de abril.
La Asociación Alemana de Cannabis, uno de los principales activistas, organizó un “fume-in” en la Puerta de Brandenburgo de Berlín cuando se hizo oficial a medianoche, y reuniones similares tuvieron lugar frente a la Catedral de Colonia, y en Hamburgo, Ratisbona y Dortmund.
Entonces, ¿cuáles son exactamente las nuevas reglas? Bueno, ahora cualquier persona mayor de 18 años puede poseer hasta 25 g (aproximadamente el peso de un paquete de patatas fritas) de cannabis en público. Se podrán cultivar hasta tres plantas por hogar (por adultos), pero nadie podrá fumar ‘a la vista’ de colegios, polideportivos o ‘zonas peatonales’, entre las 7 y las 20 horas.
Es más, a partir de julio se crearán “clubes sociales”. También conocidos como asociaciones de productores, estos grupos pueden incluir hasta 500 miembros que pueden cultivar y distribuir marihuana de forma estricta y sin fines de lucro. No está permitido fumar en estos clubes, pero Marcel Ritschel, que habló con la BBC, los describió como “un club de jardinería pero de cáñamo”.
«Cada gramo que sale del club social de cannabis es un gramo que no está en el mercado negro», continuó. Y el objetivo de acabar con el mercado negro y mejorar el control de calidad es uno de los principales argumentos de los partidarios de la nueva ley.
Sin embargo, la policía no está tan segura de que esto sea efectivo. Alexander Poitz, del sindicato de policía alemán, cree que en estos clubes se infiltrarán redes criminales y que los menores de 18 años seguirán recurriendo a traficantes ilegales. También existe la preocupación de que las condenas anteriores relacionadas con el cannabis, que serán revisadas, sobrecarguen el sistema judicial.
Es más, aún no se ha logrado frenar el mercado negro en lugares donde la marihuana ha sido legal durante mucho tiempo. «Es un maratón, no una carrera de velocidad», afirmó el Dr. Hofmann, profesor asistente de derecho penal y criminología en la Universidad de Maastricht.
Y ni siquiera sabemos cuánto durará este subidón. El Partido Unión Demócrata Cristiana, que detuvo el avance de la ley mientras estaba en el poder, ya se comprometió a revocarla en caso de ser reelegido en 2025.
Entonces, la vida útil de esta ley parece un poco incierta, pero por ahora, la “tierra de la cerveza” es amigable con el cannabis.
