El prestigioso Museo de Orsay en París se convirtió en escenario de un escandaloso acto de protesta ambientalista este sábado, cuando una activista ecologista perteneciente a la organización Respuesta Alimentaria fue detenida por atacar una obra de arte icónica: el cuadro «Las amapolas» del reconocido artista francés Claude Monet.
La mujer, cuya identidad no ha sido revelada, colocó un cartel sobre el vidrio protector de la obra de Monet, desplegando un mensaje impactante que hacía referencia al aumento de temperatura previsto en el escenario pesimista contemplado por el gobierno francés en su Plan de Adaptación al Cambio Climático. Su camiseta, con la inscripción «+4º, el infierno», y su mano pegada a la pared del museo, añadieron dramatismo a la protesta.
El mensaje de la activista es una alusión directa a las consecuencias catastróficas del cambio climático si no se toman medidas urgentes. La activista afirmó: «Este cuadro de pesadilla es lo que nos espera si no se pone ninguna alternativa. Con cuatro grados más, lo que nos espera es el infierno».
El acto de vandalismo, que fue presenciado por espectadores presentes en el museo, generó una gran conmoción y su video se viralizó rápidamente en las redes sociales. Tras ser examinada y tratada por una restauradora, la obra de Monet fue reinstalada en su lugar original por la dirección del museo.
Este incidente no es un caso aislado. Respuesta Alimentaria ha protagonizado otros actos de protesta en importantes instituciones culturales de París, incluyendo el Museo del Louvre, donde lanzaron sopa a «La Gioconda» de Leonardo Da Vinci, y donde pegaron carteles en torno al cuadro de Eugène Delacroix «La libertad guiando al pueblo».
Este nuevo episodio de protesta refleja la creciente preocupación y activismo en torno a las problemáticas medioambientales, así como la determinación de los movimientos juveniles por hacerse oír y provocar cambios significativos en la sociedad.