Un ministro portugués ha anunciado un “toque de queda estricto” entre la 1 y las 5 de la mañana en el aeropuerto Huberto Delgado de Lisboa.
Los aeropuertos son conocidos por su contaminación atmosférica, pero también son culpables de una tonelada de contaminación acústica. Piénsalo: si puedes oír un avión cuando vuela alto en el cielo, imagínate lo ruidoso que es cuando aterriza.
Es por esto que los residentes que viven cerca del aeropuerto Huberto Delgado de Lisboa están hartos y tras años de quejas, podrían estar en camino de ganar.
Esto se debe a que el ministro de Infraestructura y Vivienda de Portugal, Miguel Pinto Luz, anunció al Parlamento el 7 de noviembre que hay planes para implementar un “toque de queda estricto” contra los vuelos que aterricen y salgan entre la 1 y las 5 de la mañana.
Citó las “críticas generalizadas de los municipios, alcaldes y ciudadanos con respecto al ruido causado por los aviones, así como la contaminación”, según Travel Tomorrow.
En el aeropuerto de Lisboa ya se había establecido un límite al número de vuelos nocturnos, con un número máximo de 92 vuelos permitidos por semana. Sin embargo, los grupos de campaña dicen que esta restricción se ignora de forma rutinaria y que hasta 160 vuelos salen o aterrizan durante ese tiempo.
Pero hasta ahora, no está claro si esta prohibición será total o si los vuelos que se han retrasado estarán exentos del toque de queda; en teoría, todavía podría haber mucho ruido durante esas horas.
Por eso, la plataforma de campaña Airport Out, Lisbon Improves pide una acción más drástica: trasladar el aeropuerto.
Sí, has leído bien. Huberto Delgado está anticuado y ahora mismo se habla de reformarlo por 300 millones de euros, pero los residentes dicen que las instalaciones deberían trasladarse más lejos de la ciudad.
Aunque esto puede sonar un poco dramático, Lisboa no es la única ciudad que se enfrenta a la reacción de los residentes por el ruido del aeropuerto: también es un problema bastante grave en Dublín y Bruselas.