Ben Burville, que es un médico de cabecera por oficio, ha buceado durante más de 32 años. Pero nunca había vivido un momento tan mágico como el que vivió mientras buceaba en la costa de las Islas Farne, Northumberland, el mes pasado.
El hombre de 49 años estaba explorando las profundidades cuando la curiosa foca se le acercó, antes de aferrarse a su brazo y acariciarlo. El cariñoso amigo luego le dio al doctor un abrazo completo, como si fueran viejos amigos.
«Me doy cuenta de que soy increíblemente afortunado de tener esta oportunidad. Habiendo buceado y observado focas grises durante más de 18 años, me han enseñado a bucear con ellos de una manera que se sientan cómodos. Cuando te abrazan o sostienen tu mano, es difícil describir el sentimiento: el tiempo se detiene», dijo él.
Según National Geographic, las focas son criaturas muy inteligentes y se sabe que investigan en lugar de huir cuando se encuentran con cosas que no son familiares. Esto se debe en parte al hecho de que son nadadores excepcionales y que posteriormente pueden retroceder para salir de situaciones peligrosas.
Más adelante en el video, se puede ver la foca imitando a Ben, mientras el par se rasca y flota alegremente en compañía del otro.
Dicho esto, generalmente no es recomendable tocar una foca salvaje, ya que tienen garras largas y bacterias potencialmente dañinas en la boca; de hecho, está prohibido por la Ley de protección de los mamíferos marinos acercarse a las focas en los Estados Unidos.
Según Wildlife Trust, la población de focas grises de las Islas Británicas representa alrededor del 40 por ciento de la población mundial. El fideicomiso afirma que la población en el área ha crecido en un 140 por ciento desde principios del siglo 20, cuando había alrededor de 500.
