Se trata de «Just Room Enough Island«, considerada como la isla más pequeña del mundo pero que bien podríamos identificar también como la “Isla del espacio justo y necesario”, tal como la han apodado desde el medio español Traveler.es.
Just Room Enough Island se erigió como la isla habitada más pequeña del planeta. Se encuentra ubicada en el Lago Ontario, entre la ciudad del mismo nombre y el estado de Nueva York. Precisamente, esta isla forma parte del archipiélago de las Mil Islas (Islas Thousand).
La gran mayoría de las casi 2.000 islas que conforman el archipiélago son privadas y éste es el caso de la protagonista de esta historia: una isla que tiene el tamaño aproximado de una cancha de tenis y alberga una casita, un árbol y hasta una playa privada. Y es que, en definitiva, ¿para qué más?
Para algunos, ser propietario de un espacio como tal podría ser como estar preso en una cárcel. Para otros, parece un lujo. En caso de los segundos, para muchos será envidiable conocer quiénes son los que viven allí: en los años 50, la isla fue adquirida por la familia Sizeland. Hasta entonces el islote se había llamado Isla Hub, pero sus nuevos propietarios la rebautizaron con el nombre por el que ahora se ha hecho conocida.
Tras su adquisición construyeron una casa, que ocupa casi toda su extensión, y que hoy en día sigue en pie. Apenas hay espacio para nada más. Para conseguir este título de “isla” hay un par de requisitos que se deben cumplir: que permanezca sobre el nivel del mar durante todo el año y que en ella haya espacio suficiente como para plantar, al menos, un árbol. Por eso, no es de extrañar que la familia Sizeland plantara uno justo al lado de la casita. Y ese no es el único “lujo” de la isla: también cuenta con una pequeña porción de playa de uso privado.
Traveler.es
Sorprendentemente, el objetivo de la rica familia Sizeland no era vivir en la isla durante todo el año, sino que la intención esta fuera su casa de vacaciones para huir del caótico ruido de una gran ciudad. Sorprendentemente, aunque no lo hubieran imaginado, este lugar acabó convirtiéndose en un sitio de alta demanda turística, pues muchos curiosos querían y quieren conocer de qué se trata semejante espacio singular.
En efecto, la oferta turística también ha ido aprovechando este suceso: los cruceros en la zona recorren estratégicamente por las Mil Islas, pasando por el islote Just Room Enough para compartir su curiosa historia. Además, se encuentra muy cerca del mítico Castillo Boldt, una parada obligatoria para todo aquel que se adentre en una travesía por el archipiélago.
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