A pocas horas de Nankín, capital de la provincia de Jiangsu en el este de China, podemos encontrar uno de los lagos más fascinantes del mundo. Y todo debido al color verde que lo cubre. Hablamos del lago Luyang, situado en un parque de humedales en la ciudad de Yangzhou.
Encima de sus aguas, el bosque flotante, llamado así porque el agua impide ver la parte baja de los troncos, más o menos hasta un metro, y estos parecen estar flotando sobre el lago. La actividad reina en estos humedales es recorrerlos en barca, virando para no chocar con estos árboles, que son metasecuoyas y que pueden llegar a alcanzar los 40 o 45 metros de altura.
Como las metasecuoyas son de hoja caduca, el paisaje cambia de los tonos verdes frescos de las hojas en primavera a los tonos rojizos y marrones en otoño, permitiendo a los visitantes capturar fotos de distintos colores según la época del año.
Entrar al parque cuesta 10 yuanes (1,36 euros) y entre 40 y 50 yuanes (5,44 y 6,80) alquilar una de las barquitas. Pero también puede recorrerse el parque a pie, ya que hay multitud de pasarelas y muelles flotantes que permiten al visitante darse paseos o baños de bosque. Además, en el parque conviven más de 70 especies de aves.