El Puente del Bósforo, oficialmente llamado Puente 15 de Julio, se erige como un ícono de la ingeniería moderna y el único puente que conecta Europa y Asia en Estambul, Turquía. Con torres de 165 metros de altura y un tramo central de 1.550 metros, permite el paso de enormes barcos mientras soporta el tránsito diario de cerca de 200.000 vehículos.
Su construcción, un desafío monumental, combinó acero y concreto de alta resistencia en un diseño colgante que garantiza estabilidad frente a condiciones extremas. Inaugurado en 1973, surgió como respuesta a la creciente congestión en el tránsito terrestre y marítimo, consolidándose como una solución innovadora para la conexión vial y económica entre continentes.
Además de su función como vía de transporte, el puente es un atractivo turístico: desde sus plataformas y carreteras se pueden disfrutar vistas panorámicas del Bósforo, los rascacielos de Estambul y las aguas que separan Europa y Asia. Su ubicación estratégica y arquitectura impresionante lo han convertido en un referente mundial de ingeniería y progreso tecnológico.

Entre otros puentes colgantes destacados en el mundo, se encuentran:
- Puente Qingdao-Haiwan, China: el más largo sobre agua.
- Viaducto de Changhua-Kaohsiung, Taiwán: 157,39 km.
- Gran Puente de Tianjin, China: 113,7 km.
- Puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, China: 55 km.
- Bang Na Expressway, Tailandia: 54 km.
El Puente del Bósforo no solo facilita el transporte diario, sino que también representa un símbolo del ingenio humano y un atractivo imperdible para quienes visitan Estambul.