Tropea, el borgo más bonito de Italia, enamora a todo viajero que lo visita
Italia nunca dejará de sorprendernos con sus lugares. La belleza del país con forma de bota es realmente única en el mundo, desde sus altísimas montañas al norte hasta las playas más espectaculares bañadas por el Mediterráneo y el Tirreno. Este último mar es testigo de como la leyenda y la realidad han formado a Tropea, el borgo (pueblo) italiano más bonito.
Y no lo decimos solo nosotros, en verdad en el año 2021 se ganó el amor de todos los italianos durante el programa «Il borgo dei borghi». Un concurso que muestra la belleza, la historia, la cultura, la gastronomía… de 20 pueblos que compiten por convertirse en el nuevo borgo más bonito de Italia.
¿Por qué se dice que es el lugar más lindo de Italia?
Tropea es considerada hoy en día la perla de Calabria, región sureña que forma la punta de la bota, por su imponente belleza. Y no es para menos porque, según cuenta la leyenda, el héroe griego Hércules estableció aquí uno de sus puertos tras quedar impresionado por sus acantilados y el peñasco sobre el que hoy en día se alza el Santuario de Santa María dell’Isola.
Aunque es la historia real la que ha convertido a Tropea en un enclave único. Todas las civilizaciones que han pasado por ella han dejado su pequeño granito, desde los griegos y romanos hasta la dominación aragonesa. Una perla resultado de milenios de historia que ofrece una amplia variedad cultural, gastronómica y paisajística con la que no aburrirse y disfrutar de la belleza más pura.
¿Qué es lo que puede verse y comer en el lugar?
El principal punto de interés es el impresionante santuario de Santa María dell’Isola que se alza en la zona más alta de Tropea, y que da la espalda a la inmensidad del mar Tirreno. La serpenteante subida puede echar para atrás a algunos, pero las vistas desde arriba merecen el esfuerzo. Un punto cargado de mucho misticismo, y es que bajo el santuario hay restos de antiguos templos.
Adentrándonos en la parte más antigua del pueblo podremos observar como el centro histórico se compone de estrechas callejuelas, preciosas plazas y algunas calles con unas vistas espectaculares de la playa. Una de aberturas hacia el mar es la «Porta Nuova», una salida de irresistible belleza de la plaza Galluppi. Otro de los puntos que no podemos perdernos es la Catedral de Tropea, famosa por las dos bombas inactivas que cayeron en la ciudad y nunca llegaron a explotar.
Es imposible irse sin darse un baño en las cristalinas aguas del Tirreno y disfrutar en la blanca arena de playas como la del Cannone o della Rotonda. Además, esta zona de la costa posee la Bandera Azul que muestra su compromiso por la sostenibilidad y el medio ambiente.
En cuanto a la comida, como buen pueblo italiano, Tropea posee una riquísima gastronomía y tradición vinícola. Recorremos los restaurantes y bodegas probando un exquisito aceite de oliva virgen extra, el famoso embutido picante conocido como ‘Nduja’ o las cebollas rojas y excelentes vinos.
Además de las «Delicias de mar», los platos de pescado estrella que triunfan todo el año, pero sobre todo durante la Fiesta del Pescado Azul y de la Cebolla Roja que se celebra en julio.