Drew Binsky, oriundo de Arizona, ha logrado una hazaña impresionante: ha visitado todos los países del mundo. Desde las favelas de Brasil hasta las bellezas de Grecia, Drew ha recorrido cada rincón del planeta, recopilando experiencias únicas y enfrentándose a desafíos inesperados. Recientemente, compartió sus vivencias más memorables y las dificultades que ha encontrado en su travesía global.
Viajar es una experiencia enriquecedora, ya seas del tipo que disfruta de una piña colada junto a la piscina o un explorador incansable. Para Drew, el país que se lleva el título de su favorito es Filipinas. «Creo que es el país más hermoso del mundo, súper seguro y lleno de gente amable. Es como todo lo que podrías querer en un solo lugar», comentó Drew en una entrevista con UNILAD.
No obstante, no todos sus destinos han sido tan acogedores. Drew enfrentó su mayor reto al intentar ingresar a Venezuela. Las tensiones políticas y las sanciones entre Estados Unidos y Venezuela complicaron su obtención de visa, aunque finalmente logró conseguirla en el último momento. Este problema es común entre los viajeros estadounidenses, según señaló el propio Drew.
Una de las mayores motivaciones de Drew para viajar es conocer diferentes culturas. Le fascina especialmente visitar tribus indígenas, ya que le permiten ver un lado del mundo que no está tan consumido por la tecnología. «Es una experiencia humilde conocer a estas personas y ver cómo viven en lugares tan remotos. Planeo seguir visitando tribus, principalmente en África, pero también en América del Sur y la India», explicó.
A pesar de las diferencias culturales, Drew no ha encontrado difícil adaptarse a nuevos entornos. Disfruta documentar la vida de las personas que conoce y hacerlas sentir cómodas frente a la cámara. «No fue realmente difícil. Nunca tuve problemas para conocer a otras personas y hacer que se sintieran cómodas frente a la cámara», aseguró.
Aunque Filipinas ocupa un lugar especial en su corazón, Drew y su esposa planean establecerse en Dubái en el futuro, atraídos por la rica cultura de la ciudad.
En resumen, la aventura de Drew Binsky por el mundo es un testimonio del poder transformador de los viajes. Ha visto lo mejor y lo peor, pero cada experiencia ha enriquecido su perspectiva y ha alimentado su pasión por explorar y conectar con diversas culturas.