Una pequeña ciudad italiana ha logrado reducir el número de nuevos casos de coronavirus a cero.
Vo ‘Euganeo, en la provincia de Padua, Véneto, fue puesto bajo encierro después de registrar la primera muerte del país a principios de este año.
Los 3.300 residentes de la ciudad fueron aislados del resto de Italia y se sometieron a pruebas, ya sea asintomáticas o no, para ver si habían contraído la enfermedad mortal.
El gobernador de la región del Véneto ordenó que todos en la ciudad fueran examinados dos veces, la primera vez antes del cierre y una segunda solo dos semanas después.
El 3% de los habitantes fueron identificados positivamente con el nuevo coronavirus y luego se los aisló.
Y de acuerdo con los informes de la Repubblica, la estrategia ha demostrado ser un éxito, con una disminución del número de casos de 88, aproximadamente la mitad de los cuales no mostraron síntomas, a siete en solo dos semanas.
Hablando sobre la estrategia, Andrea Crisanti, experta en infecciones del Imperial College de Londres, que ayudó en Vo ‘Euganeo, dijo que las pruebas eran vitales para detener la propagación.
Ella le dijo a The Guardian: «Pudimos contener el brote aquí, porque identificamos y eliminamos las infecciones ‘sumergidas’ y las aislamos».
«Eso es lo que marca la diferencia. Si estas personas no hubieran sido descubiertas, probablemente habrían infectado sin saberlo a otros habitantes».
En una carta abierta, Sergio Romagnani, profesor de inmunología clínica en la Universidad de Florencia, agregó: «El porcentaje de personas infectadas, incluso asintomáticas, en la población es muy alto.
«El aislamiento de los asintomáticos es esencial para poder controlar la propagación del virus y la gravedad de la enfermedad».
Esto ocurre después de que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, instó a los gobiernos a ponerse a trabajar y evaluar a tantas personas como sea posible para ayudar a contener la enfermedad.
Él dijo: «Tenemos un mensaje simple para todos los países: prueba, prueba, prueba. Todos los países deberían poder evaluar todos los casos sospechosos. No pueden combatir esta pandemia con los ojos vendados».
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