Todo el planeta está luchando contra el plástico que ya tanto daño hizo al planeta. Tenemos que saber que siempre, pero siempre hay otras alternativas. Como la que inventó Said Trindade, un vendedor de cocos, que creó popotes hechos de bambú.
El producto se fabrica artesanalmente y puede, después de usarse, ser utilizado como abono.
La novedad sostenible generó un aumento del 60% en la venta de cocos en la carpa de Said.
«Pensé en el popote de bambú en un momento de desesperación. Yo trabajo vendiendo coco aquí en la plaza desde hace más de 30 años. Sólo sé vender coco, no sé hacer nada más y estaba preocupado por la posible prohibición de los popotes de plástico, como sucede en otras ciudades. En ese momento me acordé del bambú. Yo soy de Concordia de Pará y allí tiene mucho bambú», relata el vendedor.
A través de las redes sociales, la novedad fue acercando a más clientes a su puesto. La repercusión hizo que la carpa de Said ahora sea muy famosa en la ciudad, lo que lo ayudó a aumentar sus ventas hasta en un 60%.
La ventaja de los popotes de bambú es que sigue siendo reutilizable. El cliente puede llevar su pajita como recuerdo, pero los que quedan en la carpa, después del consumo del coco, son transformados en abono.
Su invención hace que 8 mil popotes dejen de ir a la basura mensualmente.
