Esta nueva forma de viajar puede cambiarlo todo: te dormís en San Francisco y te despertás en Los Ángeles. O viceversa. Así es Cabin, una suerte de hotel rodante en el que te hacés el Check in a las 11 de la noche y del que salís a la mañana siguiente, en una ciudad distinta.
Este nuevo autobús de lujo tiene cabinas para un total de 24 pasajeros y por el momento sólo cubre la ruta entre estas dos ciudades de California, pero está pensado para en el futuro, incluir trayectos de entre 500 y 800 kilómetros: distancias que pueden resultar muy largas en auto o tren, pero que resultan demasiado cortas para un vuelo en avión.
Cada cabina tiene comodidades propias de un hotel, y además, tiene una sala común y baño. Cada uno de los compartimientos mide, 190 centímetros de largo, 63 de alto y 78 de ancho. Como no hay suficiente espacio, el equipaje de mano puede viajar en una cápsula reservada exclusivamente para eso. En cada cucheta, te esperan pasta de dientes, pantuflas de cortesía y hasta tapones para los oídos.
Ni siquiera el movimiento del autobús va a arruinar tu noche, ya que circula a velocidad moderada para no despertar a los pasajeros con giros bruscos y para cubrir en 8 horas una distancia que en auto se puede hacer en 6.
¿Cuánto sale?
Un billete de ida va desde los 85 dólares y cada pasajero puede elegir entre las cuchetas privadas que están en el segundo piso de Cabin. En el primero, los pasajeros pueden disfrutar de dos espacios reservados para comidas, conexión WI-FI, enchufes para sus aparatos electrónicos, una botella de agua y café.