Curioso hallazgo: según estudio, la presencia multitudinaria de perros en un barrio puede favorecer de formas inimaginadas a reducir la delincuencia y la inseguridad. Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio descubrieron que los barrios con más perros tienen menos delitos violentos (homicidios, robos y, en menor medida, agresiones con agravantes).
El artículo fue publicado hace ya un par de meses en Social Forces, y ofrece una visión de cómo la construcción de confianza promueve la seguridad en las comunidades. No hay dudas de que los perros son los mejores compañeros para un ser humano, además de cariño, amor y lealtad, también podrían significar una gran compañía y defensa a la hora de proteger a sus cuidadores de episodios inesperados y desagradables.
De esta manera, la compañía de un amigo canino puede tener otro beneficio: el equipo de profesionales descubrió que en los barrios en los que los residentes confían unos en otros, más perros significan menos delincuencia. Varias investigaciones han demostrado que la confianza entre los vecinos ayuda a disminuir los índices de delincuencia, ya que es más probable que la gente se preocupe y se involucre.
Según han indicado, la investigación se basó en los conceptos de “vigilancia natural” u “ojos en la calle” de Jane Jacob: ella postuló que cuantos más ojos haya en un barrio, más fácil será mantener el orden y la seguridad mediante esta vigilancia informal. Los investigadores del nuevo artículo querían explorar cómo se produce esta vigilancia, y pasear a los perros parecía la opción obvia.
“La gente que pasea a sus perros está patrullando su barrio”, afirma el autor del estudio, Nicolo Pinchak, en un comunicado. Además, agregó: “Ven cuando las cosas no están bien y cuando hay personas sospechosas en la zona. Puede ser un mecanismo disuasorio de la delincuencia”.
“La confianza no ayuda tanto a los barrios si no hay gente en las calles que se dé cuenta de lo que está pasando. Eso es lo que pasa cuando se pasean a los perros… Cuando las personas salen a pasear a sus perros, entablan conversaciones, acarician a los perros de los demás. A veces conocen el nombre del perro sin siquiera saber el de los dueños. Se enteran de lo que pasa y pueden detectar posibles problemas”.
Nicolo Pinchak, autor del estudio que expone la importancia de los perros para reducir la delincuencia