Controversia en Texas: una influencer denuncia discriminación por parte de un estudio de pilates
Una influencer residente en Texas ha generado debate en redes sociales tras publicar un vídeo viral en el que acusa a un estudio de pilates de discriminación corporal o fat-shaming. La situación ocurrió en una sucursal de Club Pilates, una popular franquicia de clases de entrenamiento con sede en Estados Unidos.
La creadora de contenido, identificada como una mujer de talla grande, explicó en su video que fue rechazada por el estudio después de completar con éxito una clase de prueba. El argumento de los empleados: “no hay equipos disponibles para su tamaño”. La publicación rápidamente se viralizó en TikTok y otras plataformas, provocando una ola de apoyo hacia la influencer, pero también críticas divididas sobre lo ocurrido.
¿Qué ocurrió exactamente en Club Pilates?
Según el testimonio de la influencer, al cual puedes acceder en su publicación original en TikTok, ella se apuntó a una clase de prueba gratuita en Club Pilates en Allen, Texas. A pesar de que completó la clase sin inconvenientes, habría sido informada posteriormente por el personal que no podía continuar asistiendo porque los equipos no estaban diseñados para su cuerpo.
“El instructor me dijo que me veía excelente. Pero poco después, uno de los empleados me dijo que no podía continuar porque no era segura para el equipo”, comentó en su video.
Este gesto fue interpretado por ella —y por muchas personas en su comunidad— como una forma de fat-shaming, una conducta que consiste en avergonzar o marginar a las personas por su peso corporal.
Respuesta oficial de Club Pilates
Ante el revuelo generado por el video viral y las miles de reacciones en redes sociales, Club Pilates emitió un comunicado en el que niega cualquier acusación de discriminación corporal, asegurando que la decisión fue tomada por motivos de seguridad.
«La seguridad de nuestros miembros es nuestra prioridad. Aunque hacemos todo lo posible por ser inclusivos, los equipos tienen ciertas limitaciones técnicas que debemos respetar», afirmaron representantes de la franquicia, según informó el sitio británico Daily Mail.
Además, agregaron que el estudio cuenta con diferentes tipos de clases y alternativas para asegurar que todos los cuerpos puedan participar en forma cómoda y segura.
¿Se trata realmente de fat-shaming o de una cuestión de seguridad?
Este caso ha reabierto un debate complejo y muy relevante: ¿Cuándo una cuestión relacionada con el tamaño corporal se convierte en discriminación? ¿Y cuándo se trata simplemente de una limitación técnica o logística?
Según la influencer, aunque el equipo pueda tener un límite de peso recomendado, su exclusión se sintió basada en prejuicios. «Me aceptaron en la clase y no me dijeron nada antes. Me hicieron sentir excluida después de que todo ya había pasado», relató en una actualización.
En Intriper ya hemos abordado casos similares donde lo estético y lo saludable se mezclan con problemáticas sociales, como en este artículo sobre el movimiento body positive en bikinis.
¿Qué límites tienen estos equipos?
Los reformadores de pilates, las plataformas principales que se utilizan en las clases, tienen un límite de peso recomendado habitualmente entre 120 kg y 135 kg, dependiendo del modelo y el fabricante. Superar este límite podría representar un riesgo tanto para el usuario como para el dispositivo.
No obstante, muchos usuarios señalaron que estas especificaciones no suelen estar exhibidas de forma clara en los estudios, lo cual puede significar una barrera para quienes se sienten inseguros sobre su cuerpo.
Repercusiones en redes sociales
El video ha conseguido millones de visualizaciones y una gran cantidad de comentarios, tanto de apoyo como de escepticismo. Algunos de los mensajes más virales incluyeron afirmaciones como:
- “Esto es exactamente por lo que muchas personas con un cuerpo diferente no se animan a entrenar.”
- “No es discriminación, es una cuestión de seguridad y normas. No todo es body positive.”
- “Si Club Pilates quiere ser inclusivo, debería invertir en equipos para más tipos de cuerpos.”
La discusión no solo reaviva temas de discriminación, sino también la necesidad de crear ambientes deportivos verdaderamente inclusivos.
¿Están los estudios de fitness preparados para la inclusión?
Cada vez más estudios y gimnasios buscan ser inclusivos, pero aún existen muchas barreras estructurales y culturales. Según un estudio del National Institutes of Health (NIH), las personas con cuerpos más grandes enfrentan estigmas frecuentes en entornos de salud y ejercicio, lo que afecta su bienestar físico y mental.
Este caso también invita a revisar si las franquicias de fitness están cumpliendo con los principios de accesibilidad e inclusión:
- ¿Ofrecen adaptaciones para diferentes tipos de cuerpo?
- ¿El personal está capacitado para tratar temas de diversidad física con sensibilidad?
- ¿Se reserva el derecho de admisión tomando como base solo criterios médicos o también prejuicios sociales?
Conclusión: ¿un caso aislado o parte de un problema sistémico?
El caso de esta influencer en Texas puede parecer aislado, pero en realidad habla de una problemática que afecta a millones de personas en todo el mundo: el derecho a practicar ejercicio sin ser juzgados por su cuerpo.
Mientras Club Pilates mantiene su postura respecto a la seguridad, muchos usuarios exigen una evolución en la industria del bienestar que abrace la verdadera diversidad corporal . Más allá de este incidente, vale preguntarnos qué podemos hacer como sociedad para incluir a todos los cuerpos en espacios que promuevan salud y movimiento.
Y tú, ¿alguna vez te has sentido excluido en un ambiente deportivo? En Intriper queremos escuchar tu historia.