Trabajar desde casa no está nada mal, pero lo cierto es que, quitando la necesidad de trasladarse hasta un punto físico para iniciar la jornada, uno se ha acostumbrado a mover menos el cuerpo. Lo mismo ocurre con la desafortunada cancelación de planes entre amigos debido a la crisis sanitaria, la posibilidad de realizar compras desde tiendas virtuales y ni hablar de la tentación en forma de Netflix que se apodera de nuestra mente cuando estamos con ganas de «desconectar».
De una forma u otra, el cuerpo se ha ido relajando y, si bien es saludable que nos exijamos menos en términos de estar presentes en cuanto evento surja, es importante tomar consideración de lo significativo que es cuidarnos y asumir cuánto ejercicio deberías hacer durante el día. Aunque sean pocos minutos, se trata de tener acciones responsables para con nosotros mismos en el afán de contrarrestar esos efectos negativos de permanecer sentados gran parte del día frente a la computadora.
Un nuevo estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine ha descubierto que esas jornadas de trabajo sedentarias pueden contrarrestarse con ejercicio, concretamente con 30 o 40 minutos de actividad física de moderada a intensa. Como todo, es poco menos de una hora para manifestar un verdadero cambio en nuestra salud y que puede incluso tener efectos en la esperanza de vida. Pero lo importante es empezar: una vez que la rutina esté internalizada, todo se hará mucho más sencillo y hasta el mismo cuerpo notará la necesidad de salir a moverse.
Este estudio reciente es un metaanálisis de nueve estudios anteriores que analizaron a 44,370 personas de cuatro países diferentes. Todos estos individuos registraron sus movimientos en rastreadores de actividad física, lo que elimina gran parte del riesgo de sesgo o de error humano. Según los datos, la actividad física moderada y vigorosa estaba inversamente correlacionada con el riesgo de muerte para aquellos que llevaban una vida más sedentaria. Esto significa que a medida que las personas hacían menos ejercicio, tenían un mayor riesgo de muerte.
De esta manera, para quienes suelen pasar mucho tiempo sentados -al menos de ocho a diez horas-, el ejercicio es una forma de reducir este riesgo. Con 30 a 40 minutos de ejercicio moderado o vigoroso al día, “la asociación entre el alto tiempo de sedentarismo y el riesgo de muerte no es significativamente diferente de la de aquellos con bajas cantidades de tiempo de sedentarismo”, escriben los autores del estudio. Algunas de las propuestas podrían ser montar en bicicleta, caminar, correr e incluso trabajar en el jardín pueden ser útiles para cumplir con la cuota de ejercicio diario al ponerte en movimiento y elevar tu ritmo cardiaco.
Si bien el hallazgo de esta investigación no arroja nada nuevo a lo que en parte sabemos, va de acuerdo y sigue en consonancia con los consejos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las directrices de la Organización Mundial de la Salud para 2020 sobre actividad física y comportamiento sedentario dicen que “se recomienda reducir los comportamientos sedentarios en todos los grupos de edad y capacidades”.
Según la OMS, es recomendable que “los adultos realicen entre 150 y 300 minutos de actividad física de intensidad moderada, o entre 75 y 150 minutos de actividad física de intensidad vigorosa, o alguna combinación equivalente”. ¿Qué opinas tú al respecto?