La rica historia del cristianismo ha dejado un legado arquitectónico que perdura a lo largo de los siglos, con iglesias y ermitas que se erigen como testigos del paso del tiempo. En este vasto mosaico, una joya casi olvidada emerge en las calles de Roma, ofreciendo una experiencia única para aquellos viajeros que buscan más allá de las icónicas atracciones turísticas.
En la sinfonía de iglesias antiguas que adornan las ciudades, cada una cuenta su propia historia a través de frescos, altares e imágenes cristianas. Sin embargo, entre todas ellas, hay una que destaca como una auténtica maravilla arquitectónica: la Basílica de San Juan de Letrán.
Esta iglesia, considerada la más antigua del mundo, se esconde discretamente detrás de una de las puertas que daban acceso a la muralla de la antigua Roma. Enclavada en una plaza donde los conciertos y eventos culturales cobran vida, la Archibasílica del Salvador y de los santos Juan Bautista y Juan Evangelista, conocida como la Basílica de San Juan de Letrán, se alza como un tesoro religioso.
Remontándonos al siglo IV, esta joya tiene sus orígenes en la propiedad de los Laterani, conocida como Horti Laterani. Con el tiempo y la evolución de los emperadores, el terreno cambió de dueños y nombres, pero su esencia perduró. Fue con el emperador Constantino que se permitió la libertad de culto, marcando el inicio de la construcción del templo. Tras una batalla en la zona, la iglesia fue erigida en agradecimiento y reconocimiento al papel de Cristo. En el año 324, el papa Silvestre I la consagró, dando inicio a su actividad.
A lo largo de los siglos, la Basílica de San Juan de Letrán ha enfrentado terremotos y renovaciones, pero siempre ha mantenido su esencia original. Históricamente, se considera la primera iglesia del mundo, incluso más antigua que la famosa Basílica de San Pedro. Su interior y exterior son testigos de la magnificencia que ha resistido al paso del tiempo y a fenómenos naturales.
A pesar de las dudas sobre si es la iglesia más antigua del mundo, los datos demuestran que es la primera construida con fines religiosos, según los expertos. Más allá de las disputas históricas, la belleza y la grandeza de la Basílica de San Juan de Letrán son innegables.
Invitamos a los viajeros a explorar este tesoro de la arquitectura en Roma, descubriendo las esculturas impresionantes de su fachada y los frescos e imágenes religiosas que adornan sus paredes. Sin importar las creencias, esta maravilla histórica se presenta como un lugar imperdible para aquellos que visitan la Ciudad Eterna.
