La cadena de descuentos Family Dollar, dirigida principalmente a clientes de bajos ingresos en zonas urbanas, ha dado a conocer planes para cerrar casi 1.000 de sus tiendas en Estados Unidos. Esta medida se produce tras años de problemas de gestión y condiciones difíciles en las tiendas que han perjudicado la marca.
La cadena, propiedad de Dollar Tree, ha enfrentado desafíos significativos en los últimos tiempos. Recientemente, fue multada con más de US$ 40 millones debido a una plaga de ratas en una de sus bodegas, lo que obligó al cierre temporal de cientos de tiendas.
La inflación persistente y una reducción en los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) han impactado fuertemente a los consumidores de bajos ingresos, una parte importante de la base de clientes de Family Dollar. Esta situación ha llevado a una disminución en el consumo y ha afectado las ganancias de la cadena, intensificando la competencia con rivales como Dollar General y Walmart.
En respuesta a estos desafíos, el CEO de Family Dollar, Rick Dreiling, anunció planes para cerrar 600 tiendas este año y otras 370 en los próximos años, a medida que expiren los contratos de alquiler. Además, Dollar Tree cerrará 30 tiendas cuando finalicen los contratos de arrendamiento.
Si bien estos cierres se espera que mejoren la rentabilidad de la empresa, también podrían dejar un vacío en comunidades que ya tienen pocas opciones de compra. Las tiendas Family Dollar suelen ubicarse en áreas con poca presencia de supermercados y otras opciones de venta al por menor.
La noticia del cierre de las tiendas ha tenido un impacto en el mercado financiero, con las acciones de Dollar Tree cayendo más de un 13% en las primeras operaciones bursátiles de este miércoles.
El comercio minorista de descuentos ha sido un punto destacado del sector, especialmente durante la Gran Recesión, cuando los consumidores buscaban precios bajos para sobrevivir económicamente. Sin embargo, mientras algunas marcas como Dollar General continúan creciendo, Family Dollar ha luchado por mantenerse a flote.
Aunque Dollar Tree adquirió Family Dollar en 2015 con la esperanza de aumentar su base de clientes y defenderse de competidores más grandes, la integración de ambas empresas ha enfrentado dificultades. Las tiendas de Family Dollar, en particular, han demostrado estar en peores condiciones de lo esperado, con problemas de personal y condiciones inseguras de trabajo.
Mientras tanto, su rival Dollar General ha logrado un éxito notable, abriendo alrededor de 1.000 tiendas al año y consolidándose como el minorista de más rápido crecimiento en Estados Unidos. Con cerca de 18.000 tiendas en operación, Dollar General continúa atrayendo a los compradores de bajos ingresos con precios competitivos y una amplia gama de productos.
La situación de Family Dollar refleja los desafíos en curso dentro del sector minorista, donde las empresas deben adaptarse constantemente para satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores y mantenerse competitivas en un mercado cada vez más exigente.
