Recientemente, varios asistentes a un baile no oficial inspirado en Bridgerton compartieron en X sus desalentadoras experiencias tras ser víctimas de una estafa en Detroit. La usuaria @rayleearts relató cómo ella y otros compraron boletos para un evento temático que prometía un ambiente sofisticado y una experiencia digna de la popular serie de Netflix.
El evento, conocido como el Detroit Bridgerton-Themed Ball, estaba organizado por la compañía Uncle & Me LLC y originalmente programado para el 25 de agosto. Sin embargo, fue pospuesto hasta el 22 de septiembre debido a “complicaciones” con la capacidad del lugar. La expectativa era alta, ya que se anunciaron elementos como música clásica, un concurso de disfraces con un premio de 2,000 dólares, y un ambiente histórico.
Desafortunadamente, la realidad del evento resultó ser muy diferente de lo prometido. Los fanáticos de Bridgerton llegaron con entusiasmo, solo para descubrir que la música clásica era, en el mejor de los casos, una sola violinista. La decoración era improvisada y, al no haber fotógrafo en el lugar, los asistentes tuvieron que usar AirDrop para compartir sus fotos. La comida, que se terminó rápidamente, estaba cruda y no cumplió con las expectativas de un evento de tal envergadura. Para colmo, una bailarina exótica hizo una aparición inesperada, dejando a muchos atónitos.
Los asistentes, vestidos con elegancia, se encontraron sentados en el suelo, mirando sus celulares en lugar de disfrutar del ambiente prometido. Tras recibir críticas y acusaciones de estafa, el organizador del evento declaró que estaba trabajando para abordar las inquietudes de aquellos que no vivieron la experiencia deseada.
Este incidente ha despertado comparaciones con la controvertida Willy’s Chocolate Experience en Escocia, donde varias familias también fueron engañadas el año pasado con promesas de un evento mágico que resultó ser una desilusión.
La situación en Detroit plantea un claro recordatorio de la importancia de investigar y verificar la legitimidad de los eventos antes de asistir, especialmente cuando se trata de experiencias que parecen demasiado buenas para ser verdad.