El pasado domingo, el volcán Bulusán, ubicado en la provincia de Sorsogon, en Filipinas, entró en erupción y varias localidades de los alrededores se cubrieron de cenizas. Ante la contaminación del aire y la posibilidad de nuevas detonaciones, las autoridades locales ordenaron evacuar a los residentes y activar un alerta por «perturbaciones de bajo rango». Cabe destacar que Filipinas se sitúa sobre el «Cinturón de Fuego del Pacífico», una zona de importante sismología. El Bulusán es uno de los 20 volcanes activos de la zona.
Renato Solidum, el funcionario responsable del Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas, precisó que el fenómeno duró alrededor de 17 minutos y la columna de humo ascendió al menos 1 kilómetro. Por su parte, las cenizas afectaron a dos municipios en Sorsogon, a unos 500 kilómetros al sur de la capital de Filipinas, Manila.
Mientras que en la zona de Juban, la visibilidad en dos pueblos quedó reducida a cero y los árboles, casas y caminos se encuentran cubiertos por la espesa capa de cenizas.
Voceros responsables del equipo de emergencias, informaron en primera instancia de la evacuación, tendrán prioridad las personas mayores y quienes sufran de asma. También se dio a conocer que en el momento de la erupción, un grupo de 14 excursionistas y un guía local se encontraban a 1.565 metros de altura en mitad de la montaña y no fueron conscientes de la espesa nube de ceniza que se elevaba por la otra vertiente del volcán. Afortunadamente pudieron regresar sanos y salvos, y hasta el momento no se contemplan heridos en la zona.
Las autoridades informaron que está prohibido el acceso en el radio de 4 kilómetros en torno al volcán y pidieron a los residentes y vecinos de la zona, que mantengan la vigilancia ante posibles corrimientos de tierra o lluvias importantes.