Como consecuencia de la gratuidad y facilidad para pedir una cita para vacunarse en el estado de Florida, las autoridades han registrado un aluvión de visitantes de otras zonas de Estados Unidos, de Canadá y hasta de diferentes destinos de Latinoamérica. Una tendencia a la cual, con poca gracia, han identificado como «turismo de vacunas».
La situación ha sido principalmente denunciada por los ciudadanos de Florida a través de las redes sociales: las mismas se han llenado de mensajes de indignación tras conocerse que, la campaña de vacunación gratuita frente al COVID-19 para mayores de 65 años, está atrayendo a turistas de otras zonas de Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica.
Tal revuelo surgió a raíz de un posteo publicado por la presentadora argentina Yanina Latorre, quien expresó «haber aprovechado la visita a Miami» para vacunar a su madre, mayor de 65 años. A su vez, el expresidente y exdirector ejecutivo de Time Warner Richard Parsons contó al canal CNBC este viernes que viajó desde Nueva York a Florida para vacunarse y elogió el plan de este estado sureño para inmunizar a los adultos mayores.
Eso no es todo, si bien en paralelo se ha abierto una investigación para seguir de cerca el tema, los residentes de Florida piden acabar con el que ya han bautizado como «turismo de vacunas», por el efecto inesperado de turistas aprovechando la oportunidad de inocularse con mayor prioridad que en su país.
Por su parte, el alcalde de Miami, Francis Suárez, expresó en unas declaraciones televisivas que es «asqueroso» que esto suceda y prometió investigar el tema. Cabe destacar que las cifras actuales de casos y muertes por el coronavirus en Florida son las más altas desde marzo pasado. El jueves y viernes pasado los casos nuevos diarios superaron los 19.000.
Si bien el Gobierno estatal de Florida nunca ha hecho obligatorio el uso de mascarillas desde el inicio de la pandemia, apuesta por completo a la vacuna y no a otras medidas para bajar la subida de la incidencia de la enfermedad.
El plan de vacunación, iniciado a mediados de diciembre, está dedicado exclusivamente por ahora al personal médico de primera línea, en los residentes en centros geriátricos y los que los cuidan y en los mayores de 65 años, que están teniendo que hacer fila durante horas en centros de vacunación y peleando con unos sistemas informáticos para obtener cita a menudo colapsados.
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