Flybondi, la primera aerolínea low cost de Argentina, enfrenta una ola de críticas tras registrar 28 cancelaciones en solo una semana, un hecho que ha puesto en jaque su reputación. La situación no solo desató la frustración de miles de pasajeros, sino que también reavivó cuestionamientos sobre la calidad del servicio en el sector low cost del país.
Fundada en 2016 por Julian Cook, Flybondi inició sus operaciones en enero de 2018 con una misión clara: democratizar el acceso a los vuelos en Argentina mediante tarifas accesibles. Si bien logró posicionarse rápidamente en el mercado local, ofreciendo una alternativa económica para viajar, los recientes acontecimientos han puesto a la compañía en el ojo del huracán.
La aerolínea se encuentra actualmente entre las peor valoradas a nivel mundial, según rankings internacionales, un hecho que agrava aún más la percepción pública tras las masivas cancelaciones. Las autoridades y organismos reguladores están monitoreando la situación de cerca, mientras la empresa enfrenta el desafío de revertir esta crisis en las próximas semanas.
Si Flybondi no implementa medidas contundentes, podría enfrentarse a sanciones que comprometan su operación a largo plazo, una amenaza seria para una compañía que alguna vez fue aclamada por revolucionar la conectividad en el país.
El camino hacia la recuperación no será sencillo, pero las próximas decisiones de Flybondi serán clave para determinar si puede restaurar la confianza de los pasajeros y recuperar su lugar como una alternativa competitiva en el mercado aéreo argentino.
