El pasado viernes 22 de marzo, la capital de Rusia reportó un tristísimo episodio que conmocionó al mundo entero: el tiroteo y posterior explosión en el teatro Crocus City Hall de Moscú reportó al menos 143 fallecidos y más de 180 heridos. Como consecuencia del reciente atentado de Moscú, autoridades gubernamentales en Europa están tomando iniciativas extremas para prevenir al máximo cualquier réplica. Es el caso de Francia, que acaba de elevar el nivel de alerta por riesgo de ataque terrorista.
Las autoridades francesas han puesto en alerta a 4.000 militares, que podrían ser movilizados junto a los 3.000 que ya patrullan en la calle, después de activar el máximo nivel de alerta por riesgo de atentado. El anuncio lo ha hecho este lunes el primer ministro, Gabriel Attal, que durante una visita a una de las grandes estaciones de tren de París, la de Saint Lazare, ha afirmado que se van a «desplegar medios excepcionales en todo el territorio«.
Attal ha explicado que la rama del Estado Islámico que ha reivindicado el atentado de Moscú del pasado viernes, en el que murieron al menos 137 personas, también ha intentado actuar en Francia, y se ha referido en concreto a una tentativa desbaratada en Estrasburgo.
Por su parte, la Justicia de Rusia ordenó durante la jornada del domingo 24 de marzo prisión preventiva durante dos meses para cuatro sospechosos de participar en el atentado ocurrido en la sala de conciertos, suceso reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico. Los detenidos, señalados de terrorismo, podrían enfrentarse a la cadena perpetua. Mientras, en las calles de Rusia, se realizaron homenajes este domingo, en un día de luto nacional por las víctimas.
Durante el fin de semana, Moscú mantuvo las banderas nacionales izadas a media asta para oficializar el duelo en el país, que honra la memoria de las más de 100 personas que perdieron la vida en el tiroteo. Al mismo tiempo, las inmediaciones de la sala de conciertos Crocus City Hall, escenario de la masacre, se convirtieron en un punto de reunión para todos aquellos ciudadanos que deseaban dejar velas, juguetes y flores para las víctimas del tiroteo.