El llamado “robo del siglo” en el Museo del Louvre sigue generando conmoción en Francia. Esta semana, Laurence des Cars, directora del museo más visitado del mundo, compareció durante dos horas ante una comisión del Senado francés para explicar cómo fue posible que un grupo de ladrones sustrajera ocho joyas valoradas en más de 102 millones de dólares en apenas siete minutos, a plena luz del día y sin que nadie lograra detenerlos.
La directora, visiblemente afectada, admitió que el museo conocía desde hacía tiempo las debilidades en su protección perimetral, una de las principales fallas que permitió a los delincuentes acceder al edificio. “Fuimos derrotados. Hemos tenido un terrible fracaso en el Louvre. Asumo toda la responsabilidad”, declaró ante los senadores.
Un robo a plena luz del día
El asalto ocurrió el domingo pasado, cuando cuatro ladrones treparon por el balcón de la Galería de Apolo, rompieron una ventana y, en cuestión de minutos, lograron abrir las vitrinas y escapar con las joyas en motocicletas. Entre las piezas sustraídas había una corona de zafiros, un collar de esmeraldas y diamantes y varias piezas ornamentales del siglo XIX.
Durante la huida, los ladrones dejaron caer una de las coronas, perteneciente a la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. La pieza fue recuperada, aunque resultó dañada. “Las evaluaciones iniciales sugieren que será posible una restauración delicada”, explicó Des Cars.
Fallas técnicas y falta de inversión
Durante su comparecencia, Des Cars reveló una serie de deficiencias en los sistemas de seguridad del museo, que calificó de “obsoletos”. Entre ellas, mencionó:
- Fallos en la detección temprana de la intrusión.
- Equipos de videovigilancia antiguos e incapaces de manejar tecnología moderna.
- Una cámara clave apuntando en dirección opuesta al balcón por el que ingresaron los ladrones.
- Reducción del personal de vigilancia en la última década.
“La debilidad de nuestra protección perimetral es conocida”, reconoció la directora, explicando que desde hace tiempo venía advirtiendo sobre la necesidad de modernizar el sistema. Sin embargo, los esfuerzos por mejorar la infraestructura se han visto obstaculizados por limitaciones presupuestarias y la antigüedad del edificio, inaugurado en 1793 en lo que fue un palacio real.
Críticas y propuestas
Des Cars aseguró que ya presentó su renuncia, aunque esta no fue aceptada por el Ministerio de Cultura. La funcionaria también propuso la creación de una comisaría policial permanente dentro del museo, al considerar que “los museos no son fortalezas, son espacios abiertos por naturaleza”.
El ministro del Interior francés, Laurent Nuñez, declaró a la prensa que confía plenamente en que los autores serán capturados pronto, mientras los fiscales sospechan que el robo fue planificado por una organización criminal internacional.
El futuro del Louvre
La directora anunció que las reformas de seguridad comenzarán a principios de 2026, aunque advirtió que la modernización total será un desafío enorme. “No quiero negarlo: fallamos en la protección de estas joyas. Pero debemos aprender de este desastre para garantizar que algo así no vuelva a ocurrir”, subrayó.
Mientras tanto, el Louvre reabrió sus puertas este miércoles, aunque la Galería de Apolo —escenario del robo— permanecerá cerrada hasta nuevo aviso. Entre la indignación y la tristeza, el mundo del arte observa con atención el desenlace de una investigación que podría redefinir la seguridad en los museos más importantes del planeta.
