Un granjero que tiene la asombrosa cantidad de 102 hijos y 568 nietos de 12 esposas ha decidido dejar de hacer crecer su familia.
Musa Hasahya, de 67 años, les ha dicho a sus esposas que usen métodos anticonceptivos debido al aumento del costo de vida.
Dijo: “Mis ingresos se han vuelto cada vez más bajos a lo largo de los años debido al aumento del costo de vida y mi familia se ha vuelto cada vez más grande».
“Me casé con una mujer tras otra. ¿Cómo puede un hombre estar satisfecho con una mujer?«.
“Todas mis esposas viven juntas en la misma casa».
«Es fácil para mí monitorearlos y también evitar que se fuguen con otros hombres en este pueblo».
Musa y su gran familia viven en Uganda, donde la poligamia es legal.
Según New Vision, Musa ahora insta a otros a no casarse con tantas mujeres como él.
“Ya no puedo tolerar tener hijos debido a los recursos limitados”, dijo. “Y en ese sentido, he aconsejado a todas mis esposas en edad fértil que recurran a la planificación familiar».
«También desaconsejo a los que deseen casarse con más de cuatro esposas que no lo hagan porque las cosas no están bien».
Al revelar por qué decidió tener una familia tan numerosa, dijo: «Debido a que podía ganar algo, decidí ampliar mi familia casándome con más mujeres».
«Me aseguré de que se proporcionen azadones para que cada uno de ellos labre la tierra y produzca suficientes alimentos para mantener a la familia, ya que los suelos son fértiles».
Zulaika, quien es una de las esposas de Musa y madre de 11 de sus hijos, dijo: “No voy a tener más hijos. He visto la mala situación financiera y ahora estoy tomando la píldora anticonceptiva”.
Alrededor de un tercio de los hijos de Musa, que tienen entre seis y 51 años, viven con él en su granja.
De sus 102 hijos, 98 siguen vivos, y junto a ellos y sus nietos, Masa también tiene varios bisnietos.
Su primera esposa, Hanifa, describió a su esposo como alguien que tiene un ‘corazón que escucha, nunca se apresura a tomar decisiones antes de escuchar a todas las partes. No victimiza a nadie y nos trata a todos por igual’.
Lamentablemente, Musa ya no puede trabajar debido a su mala salud y, como resultado, la familia está luchando para llegar a fin de mes. Dos de sus esposas ya lo han dejado por la presión financiera.