Luego de que cerraran los viajes internacionales durante la pandemia, miles de trabajadores se fueron del sector turístico y hotelero. Tras haber encontrado nuevos empleos mejor pagados en otros sectores, la mayoría del personal no regresó a sus puestos, dejando a los hoteleros ante una escasez de personal alarmante.
Tanto en España como en Portugal, dos de los principales destinos turísticos de Europa, la falta de personal es crítica. Los hoteleros de estos países con el fin de atraer empleados, ofrecen salarios más altos, alojamiento gratuito y algunas ventajas como ingresos extras en efectivo y seguro médico.
Las asociaciones nacionales de hostelería, informaron que en España faltan 200.000 trabajadores en el sector de la restauración y los hoteles portugueses necesitan al menos 15.000 personas más para satisfacer la creciente demanda que de a poco vuelve a normalizarse.
Según datos oficiales, desde las empresas se están haciendo intentos para atraer a trabajadores al sector aunque no es suficiente. En España, los bares y restaurantes aumentaron los salarios de los trabajadores en casi un 60% en el primer trimestre respecto al año anterior; pero el sector turístico sigue siendo el que menos paga a los empleados. El sueldo promedio equivale a unos 1.150 euros (1.200 dólares) al mes.
Por su parte, Portugal prevé que los salarios de los trabajadores de la hotelería aumenten un 7% este año, según una encuesta del banco central y el Instituto Nacional de Estadística, pero el salario medio del sector es de 881 euros al mes, por encima del salario mínimo de 705 euros. Hoy, 1 dólar estadounidense equivale a 0,961 euros.
Sebastián Bazin, director general de Accor, la mayor compañía hotelera de Europa; declaró que mientras los hoteles estén ocupados, sólo en un 60% o 70% pueden hacerle frente a la escasez de personal, pero que el momento decisivo llegará cuando estén totalmente reservados. Además, el empresario sostuvo que en el pasado el sector hotelero no ha pagado lo suficiente, ni se ha centrado en el desarrollo del personal. “La mitad del problema es que hemos estado ciegos, no hemos prestado atención a mucha gente y probablemente también hemos pagado mal a algunas personas durante demasiado tiempo”, y concluyó que las consecuencias son “una llamada de atención” para el sector.