Esta es una muy buena noticia, aunque mucho mejor sería no tener que estar hablando del tema ya que el hecho de que autoridades tomaran cartas en el asunto habla de la gravedad de la situación: Groenlandia estrenará un centro educativo que tendrá como principal objetivo estudiar y visibilizar el cambio climático en el territorio. Bautizado como Ilulissat Icefjord Centre, el sitio presenta vistas al fiordo de Kangia, en la costa occidental de Groenlandia, y en el límite de la zona protegida por la UNESCO.
Groenlandia es una enorme isla y un territorio danés autónomo situado entre los océanos Atlántico Norte y Ártico. Gran parte de su superficie territorial está cubierta de hielo por lo que, desafortunadamente, es el destino por excelencia para registrar el avance de deshielos y alertar sobre las el cambio climático. De hecho, las fotografías más impactantes y virales acerca de los efectos del calentamiento global suelen ser tomadas allí.
Ante esto, el estudio de arquitectura danés Dorte Mandrup ha diseñado un recinto especial que, ubicado a unos 250 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, albergará a un centro de educación, estudio y exposiciones que analizará el cambio climático en la localidad de Ilulissat, el tercer asentamiento más grande en Groenlandia situado en la costa occidental, más precisamente en la bahía de Disko.
La iniciativa se debe también a que Icefjord, el fiordo helado de Ilulissat ubicado en la costa oeste de Groenlandia, fue designado como Patrimonio Mundial de la Humanidad en el año 2004, promoviendo así la identificación, la protección y la preservación del patrimonio cultural y natural. Más de una década después, en 2016, se organizó un concurso internacional donde participaron estudios como Snøhetta, Studio Other Spaces, Rintala Eggertsoon Architects y Kengo Kuma and Associates. No obstante, la concepción de Dorte Mandrup conquistó al jurado por su “diseño poético, simple y visionario”.
“El centro ofrece un refugio en el dramático paisaje, y pretende convertirse en un punto de encuentro natural desde el que se puede experimentar la escala infinita y no humana de la naturaleza ártica, la transición entre la oscuridad y la luz, el sol de medianoche y las auroras boreales bailando en el cielo”
Dorte Mandrup, estudio de arquitectura a cargo del diseño de Ilulissat Icefjord Centre
En cuanto a su diseño y estructura, la misma está formada por 50 armazones de acero. El uso del hormigón ha sido mínimo, con lo cual se contribuye a reducir considerablemente la huella de carbono del edificio, tornándolo, a su vez, ligero, lo que hace que el impacto sobre el antiguo lecho de roca y su frágil flora y fauna sea mínimo.
