A solo unas dos horas en colectivo desde la ciudad (por cierto hermosa e increíble) Medellín, se encuentra uno de los pueblitos más lindos y coloridos del mundo entero.
Va a ser imposible que no te llame la atención. Todo, pero todo, sus casas, edificios, y cada rincón del lugar está pintado de un color llamativo y con estampas particulares. Esto sumado al empedrado de las calles hacen que sea casi imposible no tomar una buena foto, o cientas en realidad.
Esto es posible gracias a los propios vecinos, que son quienes dibujan y mantienen cada fachada y convierten a Guatapé en una obra de arte viva. Mientras tanto, cada construcción tiene un zócalo, donde suele representarse diferentes momentos de la historia antioqueña, mientras que en otros tantos se representa la vida cotidiana de la gente del lugar.
Toda la subida es una linda experiencia, pero sin dudas la vista desde arriba de todo el pueblo que lo rodea es una de las postales más hermosas y únicas que Colombia nos puede ofrecer.
¿No se ganó un lugar en la lista de tus próximos viajes?