Una familia de Sarasota, en Florida, se llevó el susto de su vida el viernes por la noche cuando, luego de escuchar un ruido que venía del exterior, se asomaron a la ventana y descubrieron a un cocodrilo gigante de casi tres metros y medio nadando en su piscina.
El padre vio la cabeza del animal y solo alcanzó a decir: «¡Llama al 911! ¡Llama al 911!». Rápidamente la policía de Sarasota llegó a la residencia y descubrieron que el cocodrilo había ingresado al jardín rompiendo un protector para los mosquitos.
So, remember that #gator call we went on earlier? Here’s some video as the trapper pulled him from the swimming pool. Did we mention he measured 11 feet long?! #TweetFromTheBeat #NeverADullMoment #OnlyInFlorida pic.twitter.com/s3DtK3xzPR
— SarasotaSheriff (@SarasotaSheriff) March 31, 2018
Los policías tuvieron que llamar a un cazador profesional para poder sacar al cocodrilo del agua. Las autoridades de Sarasota publicaron casi a tiempo real una fotografía del animal sumergido en la piscina. El post de la policía iba acompañado de la etiqueta «Solo en Sarasota».
Just no. #TweetFromTheBeat #LESM #AllInADaysWork pic.twitter.com/ktSI6Zdwmg
— SarasotaSheriff (@SarasotaSheriff) March 31, 2018
La mujer cree que los bajos niveles del agua en las lagunas de la zona pueden haber dado lugar a que el cocodrilo se las ingeniara para acabar en su piscina.
En el estado de la Florida ya es casi habitual este tipo de apariciones de grandes cocodrilos. Se estima que hay cerca de un millón de cocodrilos que llegan a medir entre 4 y 5 metros de longitud y llegan a pesar más de 400 kilos.
