El pasado 22 de septiembre, el polaco Andrzej Bargiel, de 37 años, logró lo que ningún otro alpinista había conseguido: descender esquiando desde la cumbre del Monte Everest, la montaña más alta del mundo, sin oxígeno suplementario. Entre nubes y altura extrema, Bargiel escribió su nombre en la historia del montañismo y el esquí de alta montaña.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, celebró la hazaña en redes sociales: “¿El cielo es el límite? ¡No para los polacos! Felicito a Andrzej Bargiel por su preparación física y perseverancia frente a condiciones extremas”.
Una expedición de años de preparación

Bargiel comenzó su ascenso el 19 de septiembre desde el itinerario clásico del Collado Sur, acompañado por un equipo de expertos. Tras días de aclimatación, partió desde el Campamento IV a 7.900 metros. Durante el ascenso enfrentó condiciones extremas: una nevada intensa lo obligó a permanecer 16 horas en la llamada “zona de la muerte”, por encima de los 8.000 metros, donde el cuerpo recibe apenas un tercio del oxígeno disponible al nivel del mar.
El 22 de septiembre a las 15:00 horas alcanzó la cumbre del Everest. Desde allí comenzó el descenso, superando desafíos icónicos como el Escalón Hillary, la Cumbre Sur, el Balcón y el Collado Sur. Se hizo de noche cuando llegó al Campamento II, a 6.400 metros, donde descansó antes de completar la peligrosa Cascada de Hielo del Khumbu hasta el campamento base a las 8:45 del 23 de septiembre.
Un descenso único en el mundo
Si bien en 2000 el esloveno Davorin Karnicar realizó un descenso completo en esquí desde la cima del Everest, lo hizo con botellas de oxígeno suplementarias. Bargiel, en cambio, completó la bajada de forma continua y sin oxígeno adicional, convirtiéndose en el primero en lograrlo.
El alpinista documentó toda la expedición con una cámara en su casco y un dron pilotado por su hermano Barteklo, que permitió capturar imágenes espectaculares de la montaña y sus laderas nevadas. “Estoy en la cima de la montaña más alta del mundo y voy a bajar en esquís”, anunció Bargiel en un video compartido en Instagram, donde cuenta con más de 200.000 seguidores.
Perseverancia y récords previos
Andrzej Bargiel no es un novato en hazañas extremas: en 2018 se convirtió en la primera persona en descender esquiando el K2, la segunda montaña más alta del mundo, desde 8.611 metros. Tras varios intentos frustrados en el Everest por mal tiempo y obstáculos como séracs y vientos fuertes, 2025 fue finalmente su año de éxito.

Chhang Dawa Sherpa, de la compañía Seven Summit Treks, calificó el descenso como un “logro revolucionario en el mundo del esquí de montaña”. “Fue un desafío realmente duro y nadie lo había hecho antes, en solitario y sin oxígeno adicional”, declaró.
Al llegar al campamento base, Bargiel fue recibido con abrazos, aplausos y la tradicional khada budista, símbolo de respeto y buenos augurios. “El primer esquí cuesta abajo desde la cumbre del Monte Everest sin oxígeno adicional. ¡Gracias a todos por mantener los dedos cruzados!”, escribió emocionado en sus redes sociales.
Este descenso marca un hito histórico en la exploración del alpinismo y el esquí extremo, demostrando los límites de la resistencia humana y la precisión técnica en alturas donde cada decisión puede ser cuestión de vida o muerte.

