En un intento por reducir el impacto de la contaminación y el cambio climático, el inglés Richart Sowa creó una isla flotante hecha con más de 150 mil botellas de plástico recicladas, a la que bautizó como Isla Joysxee.
La isla, de 25 metros de ancho por 30 de largo, comenzó a construirse en 2007 y actualmente se ubica a 14 kilómetros de la costa de Cancún, cerca de Isla Mujeres. Sowa utilizó alrededor de un 70% de materiales reciclados para dar forma a este proyecto, que con el tiempo se transformó en un atractivo turístico.
La Isla Joysxee no solo flota, también está diseñada para ser autosustentable: cuenta con un jardín de árboles y plantas que generan oxígeno, manglares que filtran el agua, y sistemas de energía solar, eólica y de olas. Además, Sowa incorporó un mecanismo que le permite elevarse conforme aumenta el nivel del mar, lo que abre la posibilidad de que este tipo de construcciones sirvan en zonas vulnerables a las inundaciones.
El creador también planea que la isla pueda desplazarse en el océano gracias a velas y un motor de olas, lo que marcaría el primer paso para emprender viajes hacia la bahía de Isla Mujeres y más allá.
Con el paso del tiempo, la isla se ha vuelto más resistente, ya que las raíces de árboles y manglares se han entrelazado con la base, fortaleciendo la estructura.
Actualmente es posible visitar la isla mediante un recorrido guiado, con una donación mínima de cinco dólares que incluye el traslado en un ferry construido también con botellas recicladas. Además, los visitantes pueden pasar la noche en la isla: quienes donen 20 dólares reciben alojamiento en una habitación de invitados y desayuno incluido.
La Isla Joysxee se ha convertido en un ejemplo de cómo la creatividad y la sostenibilidad pueden dar vida a proyectos únicos, capaces de inspirar nuevas soluciones frente a la crisis ambiental.

