Se trata del nuevo rascacielos diseñado por la firma de arquitectura Zaha Hadid se convertirá en la construcción más costosa hasta el momento. Así, el proyecto de rascacielos parece ser especialmente prometedor en tanto permitirá dar un nuevo aspecto al paisaje de la ciudad, al igual que contará con un presupuesto por de más ambicioso.
La ubicación del mismo será ni más ni menos que Hong Kong, emplazado en el corazón del distrito central de negocios de la ciudad, con una red de pasarelas peatonales a pocos metros de Chater Garden y próximas a las estaciones de metro Admiralty MTR y Central.
Según han especificado la firma de arquitectura, «el diseño encuentra su inspiración en la forma de un capullo de Bauhinia que está a punto de florecer». Conocido también como el árbol de la orquídea de Hong Kong, Bauhinia blakeana es un árbol nativo del área y según la tradición fue encontrado por Jean-Marie Delavay en 1880. Es precisamente este híbrido entre dos especies que se propagó por los jardines botánicos de la ciudad hasta que finalmente fue adoptado como el símbolo primordial de la bandera de Hong Kong.
Según ha trascendido, la edificación contemplará la presencia de patios y jardines en los que se destacarán las distintas especies de plantas y árboles, creando de esa manera un espacio donde se dará prioridad a la naturaleza, algo bastante inédito tratándose de un barrio que se caracteriza por albergar enormes construcciones destinadas a los servicios financieros.
Con una totalidad de 36 pisos, el proyecto será impulsado por la compañía Henderson Land, 2 Murray Road y buscará concebirse bajo el concepto de sostenibilidad. Desde el estudio de arquitectura han decidido aunar fuerzas con los equipos de Henderson Land y Arup, logrando una reducción del 26% en la demanda de electricidad mediante el uso de la optimización de la planta de enfriamiento inteligente.
Al mismo tiempo, también han optado por la implementación de materiales reciclados y reducciones de carbono, y se instalarán dos estaciones meteorológicas al nivel del suelo y en el techo para monitorizar las condiciones del viento, temperatura, humedad y ruido en tiempo real, con el objetivo de informar sobre la calidad del aire exterior y ajustar la ventilación del skyline según se considere necesario.
En cuanto a costos, se estima que será el rascacielos más costoso del mundo porque, según ha informado Bloomberg, la compañía Henderson Land ha tenido que pagar unos 3 mil millones por el aparcamiento y el espacio de construcción en 2017, convirtiéndolo así en el skyline más caro del mundo hasta la fecha.
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