La buceadora aficionada Andrea Humphreys vivió un momento fuera de lo común mientras exploraba las aguas del mar de Salish, frente a la costa oriental de la isla de Vancouver en Canadá. Encontró un pulpo gigante del Pacífico que no solo nadó con ella y sus amigos, sino que también mostró un comportamiento inusualmente cariñoso, regalando lo que podrían parecer abrazos y besos.
Humphreys relató que la experiencia fue completamente inesperada. «Quería mostrarle a un compañero buceador cómo es encontrarse con un pulpo, pero no esperaba lo que sucedió. A los tres minutos, me encontré con este pulpo al descubierto», compartió con The Canadian Press.
El pulpo, con tentáculos que medían más de tres metros, sorprendió a los buceadores al buscar activamente la interacción. «Perdí la cuenta de las veces que vino a engancharse conmigo. En mi cámara, en mi cuerpo… acabé con sus tentáculos y ventosas en mis labios (¡sí, un chupetón de pulpo!). Podéis oír mis chillidos de emoción y asombro», comentó Humphreys en su post de Instagram.
A pesar de sus numerosas inmersiones previas (675 en total), la buceadora aseguró que nunca había vivido una experiencia similar con un pulpo. Normalmente, estos animales suelen esconderse en grietas o bajo rocas, por lo que encontrar uno en un comportamiento tan abierto es extremadamente raro.
El impactante encuentro de Humphreys con el pulpo no solo ha generado fascinación, sino que también busca crear conciencia sobre la belleza de la vida marina y la influencia humana en ella. La buceadora lleva esta experiencia a sus clases, tratando de enseñar a sus alumnos sobre la importancia de cuidar el entorno marino en un contexto de cambio climático y contaminación.
Con la esperanza de revivir el encuentro, Humphreys espera regresar al mismo lugar donde se encontró con el pulpo. Además, ha afirmado que nunca más consumirá pulpo o calamares, reafirmando su compromiso con la preservación de estas fascinantes criaturas marinas.
