En un incidente alarmante, un avión Boeing de Southwest Airlines se vio obligado a regresar a Denver (Colorado) el domingo después de que una cubierta del motor se desprendiera durante el despegue, según informó la Agencia Federal de Aviación Civil (FAA).
El vuelo 3695 de Southwest Airlines, operado con un Boeing 737-800, retornó al aeropuerto internacional de Denver tras la detección de la caída del capó del motor, que impactó en la solapa del ala del avión, según declaraciones de la FAA. El incidente, que ocurrió durante el despegue hacia Houston a las 8:15 hora local del domingo, no resultó en heridas para ningún pasajero.
La seguridad de los clientes y empleados es la máxima prioridad de Southwest Airlines, declaró la compañía a la cadena CNN. Se disculparon por los retrasos y aseguraron que están investigando el problema mecánico. Los pasajeros afectados fueron acomodados en otros vuelos.
Este evento marca el tercer accidente que involucra a Southwest Airlines en poco más de dos semanas, generando preocupaciones sobre la seguridad y la calidad de los aviones Boeing. Tanto la FAA como la compañía aérea están investigando los incidentes anteriores, incluido un problema de motor reportado la semana pasada y un desvío de vuelo a principios de mes.
Estos incidentes subrayan los desafíos continuos que enfrenta el gigante aeroespacial estadounidense Boeing, que ha estado bajo escrutinio desde los trágicos accidentes de sus aviones en 2018 y 2019. Además, la fiscalía general de Texas ha iniciado una investigación contra Spirit Aerosystems, subcontratista de Boeing, debido a problemas recurrentes con ciertas piezas.