Copenhague se ve envuelta en la tragedia mientras uno de sus edificios más venerados, la Antigua Bolsa, del siglo XVII, arde en llamas. El icónico edificio, construido entre 1619 y 1623, ha sido presa de un incendio de origen aún desconocido, que ha provocado el colapso de la aguja de su torre.
Los servicios de emergencia y los bomberos se apresuran para combatir las llamas, mientras la policía acordonó un amplio perímetro alrededor del edificio, situado en el corazón de la ciudad. La escena es caótica, con decenas de reclutas de la Guardia Real y voluntarios trabajando para asegurar la zona y rescatar las valiosas obras de arte que adornan su interior.
El director de los servicios de emergencia, Jakob Vedsted Andersen, describe el desafío como monumental. El antiguo edificio, con su estructura de madera y techos de cobre, presenta una batalla ardua para los equipos de rescate. El incendio, que se espera dure gran parte del día, representa una pérdida histórica para la ciudad.
El edificio, testigo de siglos de historia, fue encargado por el rey Christian IV y ha sido un símbolo de la prosperidad y el comercio de la capital danesa hasta la actualidad. Además de albergar la Cámara de Comercio, la Antigua Bolsa ha sido el escenario de innumerables eventos sociales, desde cenas de gala hasta conferencias y fiestas.
Las imágenes del incendio desatan una ola de tristeza y conmoción en la ciudad. El ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, compara la tragedia con el icónico incendio de la catedral de Notre Dame en París, reflejando la profunda pérdida cultural que representa.
Mientras tanto, los esfuerzos de los bomberos continúan, con la esperanza de preservar lo que queda de este tesoro histórico. La Antigua Bolsa de Copenhague, que una vez fue el orgullo de la ciudad, enfrenta ahora un futuro incierto mientras los daneses lamentan la pérdida de una parte irremplazable de su patrimonio.