Las imágenes han sido registradas por la organización medioambiental sin fines de lucro Greenpeace, quien documentó por aire y por tierra el impacto de los incendios forestales en Río Negro y Chubut. Los resultados son escalofriantes: el verde que predomina en la Patagonia argentina se ha convertido en un paisaje de colores sombríos y oscuros.
Según estimaciones, los focos de incendio en la zona ya arrasaron con 30.000 hectáreas en lo que va del año. Ante ello, la organización ecologista reclama más fondos e infraestructura para el combate al fuego. Asimismo, exigen que se cataloguen como delito penal a los desmontes y los incendios forestales. Por último, y no menos importante, uno de los objetivos propuestos ante esta alarmante situación es que las autoridades competentes se comprometan a restaurar los bosques nativos destruidos.
“Recorrer la zona incendiada genera mucha angustia, tristeza e impotencia. Estamos ante un verdadero ecocidio que no puede volver a repetirse. Hay que penalizar la destrucción de bosques ya. Por otra parte, es necesario ampliar significativamente los fondos y la infraestructura destinados a la prevención y lucha contra el fuego”
Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales de Río Negro y el Sistema Provincial de Manejo del Fuego de Chubut estiman que el área afectada por incendios forestales desde fines de enero es de cerca de 30.000 hectáreas, una superficie equivalente a la de una vez y media ciudad de Buenos Aires. En la Comarca Andina, como se denomina el área de las localidades más afectadas por el fuego, los vecinos estiman más de 500 casas dañadas. Desafortunadamente, se ha reportado dos personas fallecidas y varios evacuados y heridos, algunos de gravedad.