Los incendios forestales en el Chaco paraguayo, una de las regiones más biodiversas de Paraguay, han devastado más de 353,000 hectáreas, afectando gravemente la flora, fauna y comunidades locales. Según el Instituto Forestal Nacional de Paraguay (INFONA), el Parque Nacional Chovoreca ha sido una de las zonas más afectadas, con más de 181,500 hectáreas consumidas por las llamas.
A pesar de los esfuerzos de control, aún persisten 13 focos de calor en áreas protegidas, aunque no todos representan incendios activos. Estas áreas, según el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), se encuentran bajo constante monitoreo satelital, mientras las condiciones meteorológicas, como el viento norte, siguen complicando la situación.
Investigaciones y esfuerzos de control
El Ministerio Público de Paraguay ha iniciado una investigación sobre el presunto inicio de los incendios por parte de propietarios de fincas cercanas. Hasta el momento, los responsables no se han presentado a declarar, lo que ha motivado la apertura de sumarios y notificaciones oficiales.
Más de 280 bomberos y militares trabajan arduamente para extinguir los focos restantes. El ministro Rolando De Barros, a cargo del MADES, hizo un llamado a la población para que evite la manipulación de fuego, ya que las condiciones climáticas actuales favorecen la proliferación de incendios.
El impacto de los incendios no solo se limita a Paraguay. El humo de los fuegos en los países vecinos como Brasil, Perú y Bolivia se ha extendido a lo largo del país e incluso ha alcanzado regiones del norte de Argentina, afectando la calidad del aire en estas zonas.
Los incendios en el Chaco paraguayo reflejan una emergencia ambiental que requiere respuestas rápidas y acciones concretas para evitar mayores daños en esta zona crítica.