Durante el escaneo digital a tamaño real del famoso transatlántico Titanic, realizado recientemente por la empresa Magellan con sede en la isla de Guernsey, se ha hecho un sorprendente descubrimiento. Entre los restos del barco se encontró un collar elaborado con un diente de megalodón, revelando así otro fascinante secreto que ha permanecido oculto durante más de un siglo.
La empresa utilizó dos submarinos para capturar aproximadamente 700.000 imágenes del pecio, que posteriormente se convirtieron en un escáner en movimiento. Este innovador proceso ha permitido revelar nuevos detalles y objetos nunca antes vistos del naufragio del Titanic, sumergiéndonos aún más en su misteriosa historia.
Durante el escaneo del Titanic, se lograron capturar imágenes de un collar que estaba hecho con un diente de megalodón, un antiguo tiburón prehistórico, y estaba decorado con joyas de oro. Aunque no se trata del famoso «Corazón del Mar» de la película Titanic, este hallazgo ha despertado el interés de los investigadores que examinaban los restos del barco.
Sin embargo, debido a un acuerdo entre el Reino Unido y Estados Unidos, está prohibido retirar cualquier objeto del barco o de su entorno. Por lo tanto, el equipo de Magellan no puede acceder ni tomar el collar para realizar investigaciones adicionales sobre él. A pesar de este obstáculo, el descubrimiento del collar sigue siendo un fascinante indicio de la historia y los tesoros que yacen en los restos del Titanic.
La empresa está decidida a obtener más información sobre el collar y descubrir su propietario, así como posibles herederos. Para lograrlo, están utilizando inteligencia artificial para localizar y contactar a los familiares de los 2.200 pasajeros que estaban a bordo del Titanic cuando se hundió.
Además, están empleando tecnología avanzada para analizar las imágenes de los pasajeros durante su embarque, utilizando sistemas de reconocimiento facial y para identificar la ropa que llevaban en ese momento.
Richard Parkinson, director general de Magellan, describe el hallazgo como «asombroso, hermoso e impresionante». Añade: «El equipo cartografió minuciosamente el sitio con tanto detalle que pudimos distinguir esos fascinantes detalles». El uso de la tecnología les ha permitido revelar información y características únicas, sumergiéndose aún más en la historia del Titanic.
Mandy Le Boutillier, una investigadora local del Titanic, ha quedado impresionada por la calidad sin precedentes de las imágenes creadas durante el escaneo. Según sus palabras, «es escalofriante ver objetos como un par de zapatos, porque alguna vez estuvo allí un cuerpo. Te hace reflexionar: todo el mundo habla del Titanic como un maravilloso barco de ensueño, pero en realidad, es una tumba«.
Por otro lado, Jan Eliassen, capitán del MV Freja durante el proceso de escaneo, ha expresado su emoción al participar en el proyecto. Según él, «no creo que se pueda entender realmente lo que se siente en la oscuridad de la noche, cuando el barco en el que estás se hunde debajo de ti y se sumerge en el agua». Su experiencia personal ha dejado una profunda impresión sobre la magnitud del desastre y las emociones involucradas en el trágico evento del Titanic.