El asombro se apoderó de los veraneantes en Mar del Plata este domingo al presenciar un hecho fuera de lo común: un lobo marino se refugió en una de las carpas de la reconocida zona de Playa Grande, tras el embate de una fuerte tormenta que azotó la ciudad.
El video que capturó este insólito suceso se convirtió en un fenómeno viral, inundando las redes con miles de comentarios y reacciones.
Este mamífero acuático, con aproximadamente dos metros de largo y un peso de unos 150 kilos, encontró en el lugar un refugio seguro escapando de las inclemencias del clima y el agitado oleaje. Sorprendentemente, se acomodó en una de las reposeras, usando una de las carpas como su improvisado refugio, apoyando cómodamente su cabeza.
Los lobos marinos son habituales en la costa atlántica argentina, siendo común avistarlos en el puerto de Mar del Plata. Aunque su presencia en las playas y, más aún, en las carpas, es poco usual. La reserva faunística en el puerto alberga alrededor de 800 ejemplares, que suelen alimentarse de los descartes de la pesca, conviviendo armoniosamente con pescadores y turistas, admirados desde las escolleras o durante paseos en barco.
El debate surge en torno a si el lobo marino aprovechó la tormenta o la baja ocupación para aventurarse en un área tan inusual para su especie. Los expertos plantean la posibilidad de que el animal se haya desorientado debido al temporal o haya buscado un lugar tranquilo y seco para descansar.
La rápida acción de los dueños de la carpa y los guardavidas fue crucial: contactaron a la Fundación Fauna Argentina, dedicada al rescate y rehabilitación de animales silvestres. Un equipo de veterinarios y biólogos evaluó su estado y decidió trasladarlo a un ambiente más adecuado. Afortunadamente, el lobo marino se encontraba en buenas condiciones, aunque un tanto asustado y deshidratado.
Los especialistas enfatizan que estos animales pueden permanecer varias horas fuera del agua, siempre y cuando tengan sombra y humedad. Por ello, se recomienda encarecidamente a quienes se encuentren con uno de estos ejemplares en la playa que no interfieran, eviten darle comida o agua, y se comuniquen con las autoridades ambientales para garantizar su bienestar y su retorno seguro al mar.