Convertir lo no turístico en experiencias agradables de vivir y lugares admirables para conocer es una de las banderas que orgulloso agita Guido Rodríguez, un joven viajero de 32 años que se dedica a recorrer Argentina a bordo de una van y con un drone y un celular como herramientas irremplazables. En el lugar de los «imprescindibles de viaje» para este influencer de viajes también se encuentran sus tres perros: Timón, Pumba y Barú. ¡Te invitamos a conocerlo!
Con una comunidad de más de 44 mil seguidores en Instagram, Guido se apoyó en la tecnología y las plataformas sociales para mostrar los paisajes de Argentina y sus vivencias en ellos. Actualmente se encuentra recorriendo a fondo la provincia de Buenos Aires, un territorio que parece dominar a la perfección a tal punto que podríamos bautizarlo como «influencer bonaerense», pues es la persona por excelencia para hablar sobre los atractivos, curiosidades y particularidades de cada recóndito paraje.
También ha sabido desplegar sus historias gracias a los hilos de Twitter: en un contexto donde el común de los usuarios se entretiene entre memes, quejas y comentarios a los acontecimientos que marcan «agenda», Guido desarrolla una especie de apología a los destinos austeros y/o lugares pequeños logrando cada vez más corazoncitos en sus mensajes.
El influencer de viajes que busca visitar pueblos con menos de 1.000 habitantes
¿Sabías, por ejemplo, que muchos de los nombres de los pueblos en Argentina toman su origen en reconocimiento a la familia que donó el terreno para la construcción de la estación ferroviaria? Con una curiosidad inquietante en su personalidad, Guido se propuso descubrir y explorar aquellos pueblos que no superen los 1.000 habitantes.
Sorprendentemente, hay sitios dentro de la provincia de Buenos Aires que incluso no llegan a 100 personas y las historias que allí se escriben son increíbles. En una charla con Intriper, cuenta su propósito a la hora de viajar y la dinámica y logística utilizada para cada lugar que visita.
–¿Cómo definirías tu laburo? ¿Te cae bien la imagen de influencer bonaerense?
Soy viajero, recorro pueblos de menos de 1000 habitantes en motorhome, en compañía de mis 3 perros: Timón, Pumba y Barú. Y voy subiendo contenido como fotos aéreas, videos, charlas con pobladores, información del pueblo, entre otros datos, a mis redes sociales: Instagram, Twitter y Youtube.
Me cae mejor decir que soy viajero. Hoy recorro la provincia de Buenos Aires pero la idea es mostrar lugares no tan turísticos de todo el país.
-Desde hace ya un tiempo te largaste a vivir en ruta… ¿cómo fue tomar la decisión? ¿Recordás parte de la pre-producción para hacer realidad algo anhelado por varios?
En mis redes sociales me muestro en viaje, pero siempre me gusta dejar en claro que no vivo viajando indefinidamente. Vivo en Villa Devoto, trabajo de manera independiente y tengo la posibilidad de viajar muy seguido.
Antes de cada viaje hago un laburo de chequeo de rutas, km y pueblos. Y acondiciono la van en función de los días de viaje que tenga.
–¿Cómo es encontrarse en el barro, en el día a día? Como si fuera ese famoso «si estás en el baile, hay que bailar» pero aplicado a tus viajes. ¿Tenés en redes sociales a travel bloggers o referentes en el palo que te inspiran? ¿Alguien a quien admires por su laburo en viajes?
En cada pueblo estoy 24 horas aprox y el ideal es poder caminar (y fotografiar) todo el pueblo, conocer gente que vive ahí de toda la vida y entrevistarla, levantar el drone para hacer tomas aéreas y conseguir tomacorriente y wifi para editar y subir el contenido de algún pueblo anterior.
Y vivir el pueblo de manera natural, ir descubriéndolo mientras lo camino y no forzar ninguna charla.
Mis 2 cuentas favoritas de viajes son “Marcando El Polo” y “Alan x El Mundo”.
-Ahora pusiste marcha a la aventura de salir a contar pueblos de menos de 1.000 habitantes. ¿Por qué el foco en esa particularidad?
En primer lugar, no me gustan los lugares masivos y turísticos. Y cuando arranqué en el primer recorrido de pueblos (marzo 2021), encontré una tranquilidad y sencillez que me atrajeron para seguir descubriendo estas localidades, a veces, olvidadas. Y me gusta la naturaleza, respirar aire puro y no tener los ruidos vehiculares que acostumbramos a escuchar en una ciudad. Y también me parece interesante que prácticamente no exista la inseguridad y ver que las puertas de las casas estén abiertas, las bicis sin candados, las ventanas de los autos bajas, entre otras experiencias.
-Resulta más fácil vender un destino ya hiper accesible desde lo informativo, ¿cómo es, por el contrario, contar sobre algo a lo que, podríamos decir casi hasta ayer, de tu parte desconocías que existía?
La realidad es que armo las historias en función de mi experiencia en el lugar y lo que me pueda contar la gente de ahí. Y a partir de lo vivido, busco qué tiene de distinto ese pueblo de los demás.
Visto desde “Wikipedia” o internet, todos los pueblos son iguales. Pero claramente cada pueblo es único y mi idea es justamente mostrar lo diferente.
-En ese contar, ¿qué rol creés que cumple el mostrar? Entiendo que estás acompañado de variedad de equipo para registro audiovisual
Disfruto mucho mostrar cada lugar no sólo para la gente que me sigue sino también porque, en general, me escribe mucha gente del pueblo que tal vez hoy no vive allí pero que nació y se crío en el pueblo y que por distintas cuestiones tuve que irse a una ciudad. Y me escribe para agradecerme porque se le vienen los recuerdos de su niñez y el sentido de pertenencia es muy grande.
-¿Te planteaste un objetivo específico en base a esta nueva meta? ¿Qué nos puedes contar de Aislados, tu revista digital de viajes autogestionada?
La revista digital sobre viajes por Argentina hace foco en pequeños poblados. Muestra información de los pueblos, mapas y rutas, relatos de pobladores, imágenes aéreas y varias cosas más. Las ediciones son mensuales.
El objetivo es poder dejar por escrito la información que voy recolectando en mis recorridos. Las redes sociales son muy dinámicas y se va perdiendo la información. La idea es que estas publicaciones digitales ayuden a visibilizar los pueblos, que más gente los conozca y pueda descargar el material.
La suscripción tiene un costo fijo mensual. Es a voluntad, cada uno pone lo que considere. Y cada suscripción me permite seguir viajando y compartiendo información de primera mano sobre los rincones menos conocidos de Argentina.
