Un episodio tan surrealista como peligroso ocurrió en la madrugada del martes en Roma, cuando un hombre de 80 años condujo su auto por la escalinata de la Piazza di Spagna, uno de los lugares más emblemáticos y concurridos de la capital italiana. El vehículo, un Mercedes-Benz Clase A, quedó atascado a mitad de camino, generando una escena tan insólita que parecía sacada de una película.

Según informaron medios locales, el conductor dio negativo en la prueba de alcoholemia y, lo más desconcertante, no supo explicar cómo terminó manejando por ese monumento histórico. Las autoridades acudieron rápidamente al lugar y el auto fue retirado con una grúa por los Vigili del Fuoco (bomberos italianos), sin que se reportaran heridos.
La escalinata de la Piazza di Spagna, construida en el siglo XVIII y famosa por su arquitectura barroca, no está diseñada para ningún tipo de vehículo motorizado, y ni siquiera está permitido sentarse en sus escalones. Sin embargo, en los últimos años ha sido escenario de varios incidentes con turistas que no respetaron las normas.

En 2022, por ejemplo, un turista saudí fue filmado bajando las escaleras con un Maserati alquilado, causando daños al patrimonio. Ese mismo año, una pareja de turistas estadounidenses rompió dos escalones con un monopatín eléctrico, lo que derivó en una multa y la prohibición de por vida de volver al lugar.
Aunque en este caso no hubo daños visibles ni consecuencias físicas, el hecho volvió a encender la alarma sobre la necesidad de proteger los espacios históricos ante actos imprudentes —intencionales o no—, que pueden tener consecuencias irreversibles para el patrimonio cultural de la humanidad.