Un hombre de Nueva Zelanda se enfrenta a serias consecuencias después de protagonizar un acto temerario en el mar. En un impactante vídeo que se ha hecho viral, se ve al neozelandés de 50 años lanzándose desde un barco al mar con la intención de «golpear» a una orca que nadaba cerca de la embarcación.
El incidente, que tuvo lugar en febrero, muestra al hombre disfrutando de una jornada marítima con amigos en la costa de Devonport, Auckland. Uno de sus amigos capturó el momento exacto en que el hombre se arrojó al agua para golpear a la orca, mientras se escuchan risas y comentarios burlescos en el fondo.
«La he tocado«, exclama el hombre mientras nada de regreso al barco. «Dios mío, está detrás de ti», se oye decir a una amiga, poco antes de que el hombre intente nuevamente tocar a la orca, que afortunadamente no resultó herida.
A pesar de que el incidente ocurrió en febrero, el vídeo comenzó a circular recientemente en redes sociales, lo que llevó a que dos personas lo reportaran al Departamento de Conservación de Nueva Zelanda. El investigador principal del departamento, Hayden Loper, calificó el acto como «escandaloso y absolutamente idiota».
«El vídeo habla por sí solo: es un comportamiento escandaloso y absolutamente idiota«, afirmó Loper. Como resultado, el hombre fue identificado y multado con 600 dólares (alrededor de 500 euros) por violar la Ley de Protección de Mamíferos Marinos de Nueva Zelanda. «Las orcas están clasificadas como ballenas en nuestra legislación de conservación, y es ilegal nadar con ellas, molestarlas o acosarlas», añadió.
En casos normales, estas infracciones pueden ocurrir accidentalmente, por ejemplo, con motos acuáticas que se acercan demasiado a los mamíferos marinos. Sin embargo, Loper enfatizó que este fue un acto deliberado y «un ejemplo flagrante de estupidez». Según el departamento, se trató de un intento deliberado de conseguir likes y visitas en las redes sociales.
Además, el departamento señaló la actitud decepcionante del resto del grupo en el barco: «Es casi un poco de mentalidad de manada y están fomentando este comportamiento».
Las orcas son animales protegidos en Nueva Zelanda debido a su «alto riesgo de extinción«. Aunque se pueden encontrar a lo largo de la costa del país, la población de orcas es extremadamente reducida, con apenas 150-200 ejemplares, lo que las clasifica como una especie «en peligro crítico a nivel nacional».
Hannah Hendriks, asesora técnica marina del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda, advirtió que saltar al agua sobre una orca o ballena puede causarles daños físicos y alterar su comportamiento natural, lo que puede repercutir negativamente en su supervivencia y éxito reproductor.
La perturbación de una manada con una cría también presenta riesgos adicionales. «La separación de la cría de su madre puede resultar en hambre, varamiento y, en última instancia, la muerte de la cría», explicó Hendriks.
Este acto imprudente no solo pone en riesgo a las orcas, sino que también subraya la importancia de respetar y proteger a estos majestuosos mamíferos marinos.