Escalar el Everest, la montaña más alta del mundo, será todavía más caro a partir de septiembre. El Gobierno de Nepal anunció que el precio del permiso obligatorio para intentar la ascensión se elevará a 15.000 dólares (unos 13.000 euros) en la temporada de primavera, la más concurrida.
En otoño (septiembre a noviembre) el permiso costará 7.500 dólares, mientras que en invierno (diciembre a febrero) bajará a 3.750 dólares. Sin embargo, el permiso es solo el primer gasto: no importa si el montañista logra llegar a la cima o no, el dinero debe pagarse igualmente.
A este monto se suman otros costes obligatorios como la contratación de un operador local (3.500 dólares por equipo), la presencia de un oficial de enlace (5.000 dólares) y un depósito reembolsable de limpieza de residuos (5.000 dólares). En total, solo en tasas adicionales, la factura puede superar los 13.500 dólares.
Los gastos se disparan aún más cuando se consideran vuelos internos, seguros, porteadores, guías especializados y equipos técnicos. En el caso de las expediciones más lujosas, el coste total puede ascender hasta los 200.000 euros, ofreciendo comodidades impensadas en un entorno tan hostil.
A pesar del precio, el Everest sigue siendo un imán para alpinistas de todo el mundo. En la primavera de 2024, unas 600 personas lograron hacer cumbre, aunque solo 200 de ellas eran extranjeras.
Con el objetivo de redistribuir el flujo de escaladores y reducir la presión sobre la montaña, Nepal ha decidido abrir 97 nuevos picos en las provincias de Karnali y Sudurpaschim de manera gratuita para escaladores internacionales.
“El gobierno de Nepal quiere difundir entre la comunidad internacional de montañistas la gran cantidad de montañas atractivas y dignas de ser escaladas que se encuentran en esas dos provincias. Además, existen muchos otros destinos turísticos allí”, explicó a CNN Himal Gautam, director del Departamento de Turismo de Nepal.
