Explorar este parque es adentrarse en uno de los lugares de belleza escénica incomparable. Durante la primavera, cientos de miles de cerezos florecen ante la admiración de los habitantes locales y los visitantes, al mismo tiempo que los fotógrafos se apresuran a capturar la gracia de los ciervos que habitan esta zona. En otoño, el parque se tiñe de tonos ocres, naranjas y rojizos a medida que las hojas caen, ofreciendo un espectáculo igualmente impresionante al de la primavera.
Monte Yoshino, considerado uno de los mejores lugares para el hanami (observación de la flor de cerezo) en Japón, cuenta con más de 30,000 árboles de sakura (flor de cerezo) en sus laderas. Durante aproximadamente dos semanas en la primavera, la zona se transforma en un estallido de colores rosados, morados y blancos, generalmente en su máximo esplendor a finales de marzo y mediados de abril.
En la cima de la montaña, se encuentra la encantadora ciudad de Yoshino, que alberga templos, restaurantes, opciones de alojamiento y magníficos miradores.
Sin importar la temporada en que decidas visitarlo, te recomiendo una escapada a Yoshino en cualquier momento del año. Además, es de fácil acceso como una excursión de un día desde Osaka, Kioto o Nara.
Nara concentra siglos de historia en un área relativamente compacta, con más sitios declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO que cualquier otra parte de Japón, superando incluso a Kioto.
La mayoría de los lugares de interés son fácilmente accesibles a pie, lo que te permite sumergirte en el pasado mientras paseas por las encantadoras calles del distrito de Naramachi. Luego, es recomendado visitar el Parque Nara para alimentar a los famosos ciervos de la ciudad, que educadamente se inclinan en agradecimiento por las galletas que les ofreces, aunque algunos podrían perseguirte si no compartes.
Japón es un destino por descubrir y definitivamente vale la pena tenerlo en tu lista de lugares para visitar.
