En un país donde los terremotos son parte del día a día, la innovación no se detiene. Ingenieros japoneses han desarrollado un sorprendente sistema que permite que las casas se eleven del suelo automáticamente cuando detectan un sismo, evitando así daños estructurales por el movimiento del terreno.
Este avance, impulsado por empresas especializadas en tecnología antisísmica, consiste en instalar una base que, al registrar las primeras vibraciones de un terremoto, inyecta aire comprimido debajo de la vivienda y la hace “flotar” varios centímetros por encima del suelo durante el temblor. Una vez que el movimiento cesa, la casa desciende suavemente a su posición original.
La tecnología ya está siendo implementada en nuevas construcciones y ha llamado la atención por ofrecer una alternativa segura, eficaz y no invasiva frente a los métodos tradicionales de absorción de impactos, como los amortiguadores o estructuras reforzadas. Además, se destaca por su rapidez de activación: el sistema detecta sismos en menos de un segundo y responde de inmediato.
En un país como Japón, donde la prevención sísmica es prioridad nacional, este tipo de soluciones podrían marcar un antes y un después en la arquitectura moderna. No solo representan un avance en materia de seguridad, sino también una apuesta por un futuro en el que los hogares puedan proteger a sus habitantes sin necesidad de escapar.


