Histórico fallo del Tribunal Supremo del Reino Unido limita el acceso de mujeres trans a espacios exclusivamente femeninos
En un controvertido y resonante fallo, el Tribunal Supremo del Reino Unido ha decidido restringir el acceso de mujeres trans a espacios designados exclusivamente para mujeres, como prisiones y refugios femeninos. Esta resolución, con implicaciones legales y sociales de gran alcance, ha generado una ola de opiniones encontradas y ha sido celebrada por destacadas figuras públicas, entre ellas la reconocida autora JK Rowling.
La sentencia implica cambios significativos en la interpretación de la Ley de Reconocimiento de Género de 2004, lo que ha desatado numerosos debates sobre los derechos y limitaciones de las personas trans en el Reino Unido.
¿De qué se trata el fallo?
El fallo fue emitido tras un prolongado proceso judicial en el que se cuestionaba si las personas que habían obtenido un Certificado de Reconocimiento de Género (GRC) podían acceder legalmente a todos los derechos asociados al género adquirido, incluyendo el uso de espacios segregados por sexo biológico.
El Tribunal Supremo concluyó que, aunque un GRC permite a una persona trans ser reconocida legalmente con un género distinto al de su nacimiento, no otorga un derecho absoluto a utilizar espacios destinados a mujeres biológicas. Esta distinción, según el fallo, es necesaria para la protección de ciertos derechos y necesidades específicas de las mujeres.
Implicaciones del fallo
El resultado del caso tiene efectos inmediatos sobre:
- Prisiones femeninas: Las autoridades podrán restringir la admisión de mujeres trans en instalaciones femeninas en función de su sexo biológico.
- Refugios para víctimas de violencia de género: Se les permite mantener políticas que excluyan a personas trans si consideran que su presencia podría causar angustia a las usuarias.
- Deportivos y otros espacios segregados: La sentencia también tendrá repercusiones en otros espacios donde la segregación por sexo biológico se considere necesaria.
Este fallo refuerza la interpretación de la Ley de Igualdad de 2010, que permite excepciones al principio de no discriminación por identidad de género en circunstancias donde se considere que la exclusión está justificada por razones de seguridad, privacidad o bienestar.
La postura de JK Rowling: “La ley protege a las mujeres”
La autora de la saga de Harry Potter, JK Rowling, ha sido una figura altamente polémica en los últimos años debido a sus opiniones sobre los derechos de las personas trans. No obstante, aplaudió el reciente fallo del Tribunal Supremo del Reino Unido, calificándolo como un paso esencial para “preservar los derechos basados en el sexo”.
En una publicación en su cuenta de X (antes Twitter), Rowling escribió:
“El fallo del Supremo es una victoria para las mujeres y las niñas. Esta decisión protege la validez del sexo biológico en la legislación británica. El sentido común prevalece.”
La autora también reafirmó que seguiría apoyando la libertad de las mujeres para expresarse y defender espacios seguros, sin miedo a represalias o acusaciones de transfobia.
No es la primera vez que Rowling se manifiesta sobre estos temas. En otras ocasiones, ya había generado controversia con sus declaraciones, lo que incluso generó tensiones dentro del elenco de Harry Potter. A pesar de las críticas, la escritora ha sostenido su postura apelando a la defensa del feminismo y los derechos de las mujeres.
Las reacciones ante sus comentarios
Como era de esperarse, las palabras de Rowling despertaron tanto apoyo como rechazo:
- Apoyo de grupos feministas radicales: Organizaciones que abogan por los derechos de las mujeres basados en el sexo biológico celebraron el fallo y lo consideraron una victoria frente a lo que consideran una erosión de sus derechos.
- Críticas de comunidades LGBTQ+: Diversos colectivos calificaron la decisión como “peligrosa” y temen que siente un precedente para excluir a las personas trans de otros espacios públicos.
- Respuestas políticas y mediáticas: Figuras políticas y medios británicos han ofrecido opiniones divididas, destacando la complejidad y sensibilidad del tema.
¿Qué dice la ley del Reino Unido sobre el reconocimiento de género?
La Ley de Reconocimiento de Género de 2004 establece que una persona puede solicitar una modificación legal de su género si cumple con ciertos criterios, entre ellos vivir en el género sentido durante al menos dos años y tener un diagnóstico de disforia de género certificado médicamente.
El Certificado de Reconocimiento de Género permite modificar el marcador de sexo en documentos legales como actas de nacimiento y pasaportes. Sin embargo, este nuevo fallo indica que el reconocimiento legal de género no puede suplantar completamente al sexo biológico en todos los contextos.
El debate legal sigue abierto
Desde organizaciones de derechos humanos hasta expertos en legislación y académicos, muchos opinan que la ley debe evolucionar para reflejar los valores de una sociedad moderna sin sacrificar los derechos establecidos de grupos vulnerables.
La activista trans Christie Elan-Cane expresó su profunda decepción:
“Estamos viendo cómo los derechos de las personas trans están siendo retrocedidos ante una lectura legal que prioriza el miedo y la exclusividad sobre la inclusión y el respeto.”
¿Y ahora qué sigue? 
Esta decisión marca un nuevo rumbo en la política de género en el Reino Unido, y se espera que tenga repercusiones en futuras decisiones judiciales, tanto en ese país como a nivel internacional. Los próximos meses podrían ver nuevas reformas legislativas, protestas y una renovada lucha en tribunales por parte de activistas de ambos lados del debate.
En otros países como Escocia y Gales, donde el abordaje a la identidad de género es más inclusivo, ya se habla de la posibilidad de desacoplar la legislación local de la ley inglesa, para preservar los derechos de las personas trans.
Una discusión que trasciende fronteras
Este fallo se inserta en un contexto global donde la discusión sobre identidad de género, derechos adquiridos y políticas de inclusión está en constante evolución. En países como España y Argentina, leyes como la Ley de Identidad de Género