¿Qué son las «quejas estilo boomer»? 
Las famosas “quejas boomer” hacen referencia a expresiones típicas de frustración o desaprobación que suelen emitir los miembros de la generación conocida como «baby boomers» (nacidos entre 1946 y 1964). Estos comentarios generalmente critican cambios en la sociedad moderna, avances tecnológicos o conductas de las generaciones más jóvenes.
Sin embargo, en una divertida vuelta de tuerca, varios usuarios jóvenes en Twitter (ahora X) han comenzado a compartir sus propias disgustos “a lo boomer”… ¡y la mayoría de nosotros podemos identificarnos con ellos!
En una publicación viral, personas de distintas partes del mundo revelan pequeñas molestias cotidianas como el aumento del ruido en los locales, el diseño innecesariamente complicado de muchas apps o el hartazgo por la cultura de influencers.
Tweets de quejas estilo boomer con los que todos nos sentimos identificados 
Estos son algunos de los ejemplos más graciosos (y reales) que se están compartiendo, y que muestran cómo todos, en algún momento, nos convertimos en “boomers honorarios”.
1. Demasiado ruido en lugares públicos 
Uno de los tweets más compartidos dice lo siguiente: “Estoy en mi era boomer porque no soporto cuando ponen música muy fuerte en los restaurantes. Estoy aquí para comer guacamole, no para sentir que estoy en Coachella.”
Es una queja totalmente comprensible. Muchos jóvenes ahora prefieren ambientes tranquilos para socializar con amigos, estudiar o simplemente disfrutar de una comida sin tener que gritar para conversar. Este tipo de reclamos también ha motivado debates sobre cómo el diseño acústico influye en nuestra experiencia en espacios públicos.
2. La lucha con los códigos QR 
Otro gran exponente del movimiento anti-moderno se quejaba de algo cada vez más común: «Ya no quiero escanear un código QR para ver un menú. Solo quiero una carta de papel que no me pida actualizar el navegador.»
En efecto, la creciente digitalización de los servicios ha generado una dependencia tecnológica que no siempre mejora la experiencia del usuario. Algunas personas, incluso jóvenes, se sienten excluidas cuando la única opción para acceder a algo es a través de una app o plataforma en línea.
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3. Gente reproduciendo videos sin auriculares en público 
Un clásico instantáneo: “Estoy en mi etapa boomer porque me molesta que la gente vea TikToks con el volumen alto en el transporte. ¿Dónde quedó la decencia?”
Escuchar contenido en voz alta en lugares públicos se ha vuelto una fuente común de irritación. La falta de auriculares molesta a personas de todas las edades, lo que demuestra que ciertos comportamientos incómodos no discriminan generaciones.
4. Apps innecesarias para todo 
Hace una década, tener muchas aplicaciones diferentes parecía algo innovador. Hoy, muchos coinciden con este reclamo boomer: “¿Realmente necesito otra app solo para recoger un café? ¿No podemos volver a la era en que uno pagaba y listo?”
El exceso de aplicaciones móviles puede ser una carga para los usuarios. Además de ocupar espacio en los dispositivos, con frecuencia requieren actualizaciones, crean contraseñas nuevas y obligan a entregar información personal a múltiples plataformas.
¿Ser «boomer» es solo para boomers? 
La ola de tweets demuestra que, a pesar del nombre, estas actitudes no pertenecen exclusivamente a la generación baby boomer. Hoy cualquier persona, sin importar su edad, puede tener un momento boomer y quejarse de las frustraciones del presente —y eso está completamente bien.
El fenómeno incluso ha llevado a expertos a repensar cómo definimos la vejez o el envejecimiento psicológico. Un estudio de AARP (https://www.aarp.org) sugiere que muchas personas jóvenes adoptan valores o comportamientos propios de generaciones anteriores cuando enfrentan exceso de tecnología o cambio demasiado rápido.
¿Por qué estas quejas se vuelven virales? 
La clave está en la identificación colectiva. Cuando alguien comparte un reclamo sobre algo que todos secretamente pensamos pero no decimos en voz alta, se genera una conexión. En plataformas como X, ese efecto se multiplica y se vuelve viral rápidamente.
Muchos usuarios también aprovechan el recurso del humor irónico o la exageración para darle un toque gracioso, asegurándose de que sus publicaciones resalten en el feed. Además, en medio de tantos debates densos en redes, este tipo de contenido ofrece un descanso cómico y terapéutico.
El factor nostalgia también juega un rol
Algunas de estas quejas evocan una era más simple donde las cosas “se hacían mejor” o al menos más fácilmente. Si bien esto puede ser una idealización, lo cierto es que la nostalgia tiene efecto directo en cómo percibimos la rapidez o complejidad del presente.
¿Recuerdas cuando ir al cine solo implicaba comprar una entrada y sentarse, sin reservas online ni códigos QR? Esa añoranza se materializa en tweets como estos.
La evolución del «boomer interior» 
Estas quejas no solo nos hacen reír: también exponen cómo nuestras prioridades cambian con el tiempo. La juventud, en especial la generación millennial y la Gen Z, está comenzando a valorar más experiencias simples, tiempo de calidad y privacidad, algo que antes solía atribuirse solamente a personas adultas mayores.
De hecho, según datos de Deloitte (https://www2.deloitte.com), actualmente más del 70% de los millennials considera importante desconectarse regularmente del entorno digital, incluso si nacieron en él.
¿Es esto el inicio de una revalorización de lo analógico?
Podría ser. Desde el regreso del vinilo hasta el café de filtro y los teléfonos con menos funcionalidades, hay una tendencia creciente entre jóvenes adultos por encontrar “quietud” en hábitos del pasado.
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